Peggy se encontraba en su puesto de trabajo, la librería "Lady Macbeth", no había clientes desde hacía un buen rato y ella había aprovechado ese rato para leer a la autora Ursula K. Le Guin. Desde su regreso se había puesto completamente al día respecto a cualquier producto cultural... Al menos en todo lo que era posible para la madre soltera de una niña pequeña.
Estaba precisamente centrada leyendo las desventuras de la pobre Tenar cuando un carraspeo sonó encima de ella.
Levantó la vista y para su vergüenza vio a un anciano enfrente de ella vestido con un traje y un sombrero de fedora, con expresión paciente:
–Oh, dios mío... Lo siento mucho, no le había visto.
–No se preocupe, se entiende perfectamente - dijo el anciano con una sonrisa comprensiva a la par que señalaba el libro - Es una saga realmente muy buena. ¿Va por el segundo libro, no es así?
Peggy sonrío, confortada por aquel trato afable.
–Así es. No leía algo tan maravilloso desde "El Señor de los Anillos"
–¿El señor de los anillos?
–Sí, lo sé, estoy un poco desfasada.
El anciano sonrío de nuevo.
–Bueno, a decir verdad yo también lo estoy. Busco un libro de fantasía lo más arquetípico posible, ya sabe, magos, espadas, dragones...
–Fantasía medieval, sí, lo tengo. Justo tenemos una sección específica para ello.
Peggy se levantó y dirigió al anciano hacia el lugar en concreto.
–Los títulos aquí son totalmente nuevos aunque también tenemos una sección de libros de segunda mano por si le interesa echar un vistazo.
–Muchas gracias, señorita, aunque creo que me conformaré con esto, al menos por ahora.
–Está bien. Si necesita ayuda tan sólo dígamelo.
El hombre le dirigió aquella sonrisa característica de nuevo.
–Por supuesto, así lo haré.
Peggy le devolvió la sonrisa y se sentó de nuevo.
Pasó un buen rato antes de que el hombre se decidiera con sus compras. Cuándo finalmente se fue, se despidió cortésmente:
–Espero verla pronto de nuevo, señorita.
Y con una sonrisa y una inclinación de sombrero se marchó justo cuando entraba Gwen Campbell, la dueña de la librería y jefa de Peggy.
–Vaya, un nuevo cliente, gracias.
–No hay de que - respondió Peggy sonriente - ¿Lo conoces? No me suena haberlo visto antes
–Vaya, eso mismo iba a preguntarte yo a ti. No, no lo conozco de nada.
–Entiendo. Será algún turista o un recién llegado al pueblo entonces.
–Probablemente.
Tampoco le prestaron demasiado atención al asunto y enseguida se dedicaron a conversar de otros temas.
Gwen había llegado al pueblo poco después que Peggy y al cabo de unos meses había abierto la librería ganándose pronto el afecto de los demás vecinos incluida Peggy y las dos pronto se habían hecho amigas, una amistad qué se había más profunda después de que Peggy fuera contratada en la librería cómo codependienta.
Era Gwen quién cuidaba de Boudicca cuándo Peggy no estaba en casa y la ex-soldado pensaba seriamente que sería una buena madre y así ya se lo había dicho alguna vez a su amiga a lo que esta le había respondido lo siguiente: "Tal vez cuándo encuentre al hombre ideal, querida"
ESTÁS LEYENDO
The Captain and The King (Peggy Carter y Arturo Pendragon)
Fanfiction"Los dos perdimos a muchos seres queridos injustamente. Y ambos estamos dispuestos a que sus muertes no hayan sido en vano" Portada hecha por @nykollparedes