Enamorado Tuyo // KatsuDeku (💥.🥦)

Enamorado tuyo

Es muy poco frecuente comentar que Bakugo está enamorado.

A ver, no es ni por asomo el tipo de persona que uno espera sea romántica. Un entusiasta malhablado, terco irritante y competitivo apasionado ¿siendo cariñoso con alguien? ¿Saliendo a pasear? ¿Dando la mano? ¿Un abrazo? ¿Besando?

Ni sus propios compañeros, que disfrutan molestarlo por cualquier cosita pequeña, pueden usar eso como argumento. Es tan raro, tan antinatural pensar en el rubio de esa forma que hasta es algo incómodo, no quieren ni intentarlo. Es imposible. ¿Cómo podría un corazón tan feroz ablandarse por otra persona?

Pero los chismes nunca faltan, obviamente. Más de una vez escuchó vocecitas molestas en los pasillos, usual y molestamente de mujeres, insinuando cosas sobre él. Que si alguien tan lindo estaba interesado en el amor, que si tenía novia, que si visitaba a alguien fuera del colegio, bla, bla, bla. Hasta de su sexualidad se rumoreaba. Y él se encargaba de amenazar a todo aquel que pudiera hasta que cerraran la boca. ¿Qué se creían? ¿Que podían andar esparciendo chimento así como así sin que él se diera cuenta?

¿Qué les importa su privacidad? ¿Tan necesario era saber sobre su vida amorosa?

Ya les cuento yo: Él nunca tuvo ninguno de esos típicos comportamientos cursis que tienen los adolescentes. Por favor, ¿quién se piensan que es? Su cabeza está perfectamente ordenada y tiene claras sus prioridades. No tiene tiempo para ni piensa gastarlo pensando en alguien sin razón alguna.

Porque nunca se quedó mirando al techo en silencio por la noche y no se desveló pensando en cierta persona. Para nada.

Mucho menos es alguien nervioso como para que sea evidente, aunque la presencia de alguien le genera algo que los demás no: enojo. Siente la necesidad de apretar y estrujar esa tonta expresión de niño cada vez que la ve, sus manos sacan chispas al oírlo reír a carcajadas, y cuando lo tiene cerca su cara arde roja de ira y su estómago se retuerce como si sus intestinos estuvieran dando vueltas sobre sí mismos. Un odio visceral, ¿o por qué otra razón se sentiría así al estar a su lado? Tiene que ser eso, ¿no?

Su actitud es generalmente agresiva e irascible con todos, hasta con los de su autodenominado grupito, ¿a quién trataría mejor? ¿A quién le daría consejos frecuentes, o cumplidos genuinos, o un tupper con el almuerzo (preparado por él mismo) cuando su estúpido cerebro se preocupe más por ejercitarse que por recordar alimentarse? Ni que intentara mejorar al tratar con los demás. No es dulce ni calmado con ninguna piedra en su zapato, con ningún rival más a su sueño de ser el mejor héroe.

Es más, ¿por qué debería siquiera hablarle? Se la pasa balbuceando todo el día sobre análisis y tácticas y le dan ganas de estamparle la boca con su puño para que se calle. Tampoco es que tengan algo interesante de qué charlar.

Porque él no disfruta de los pequeños debates que suelen tener sobre los héroes más poderosos y sus quirks y no le gusta intentar ganarlos para ver la cara de enojo del otro. Son una molestia, la verdad.

Nunca, lo jura, nunca pensó que era atractivo. Dios mío, ¿siquiera lo vieron? Una alborotada selva amazónica por pelo encima de su pequeña e inútil cabecita (en la que nunca quiso pasear sus dedos). Puntitos café claro esparcidos en sus mejillas, como si una motocicleta le hubiera pasado a toda velocidad por al lado y lo hubiera salpicado con barro permanente (que no contó cientos de veces cuando estaba aburrido). La sonrisa amplia e imborrable, con los tersos labios curvados hacia arriba como un molesto infante emocionado (que nunca lo hizo sonreír a él como un idiota). Ojos esmeralda más brillantes que el mismísimo sol, malditamente brillantes, a veces hasta cega mirarlos (y no le gusta verlos así). El cuerpo marcado por tanto entrenar, sí, pero ni es la gran cosa. Ni siquiera se ve bien en ese mugroso pedazo de tela verdosa tan estrecho al que llama "traje de héroe" (Absolutamente nunca soñó con él).