Octavo mes de embarazo
Jeongin se encontraba en una sala oculta y segura de la mansión Bang, donde era custodiado por varios hombres que portaban armas de alto calibre mientras él solamente se encontraba preocupado, pensando que estaría pasando fuera y si Chan regresaría a salvo.
Chan había salido a un enfrentamiento directo con una mafia que igualaba su reputación, eran peligrosos, poderosos y sigilosos al atacar, por lo que Chan tenía que moverse rápido e inteligentemente para no revelar más de la cuenta, no poner más en peligro a su familia y amigos, y sobre todo no poner en peligro a Jeongin quien se encontraba aún oculto en la mansión Bang.
Por suerte, sus amigos, los jefes Seo y Hwang le brindaron apoyo como bueno amigos y aliados que eran, para asegurar cubrir tanto territorio estratégico como le fuera posible.
Y aunque el doncel sabía que todo saldría bien, pues Chan a lo largo de éstos meses había demostrado que era especialista en ello, no podía evitar sentir miedo ésta vez.
Porque ésta vez era diferente, porque Chan había ido directamente en lugar de solo mandar hombres y manejar todo desde la distancia.
No quería que nada malo le llegara a pesar, quería que estuviera a su lado acariciando su vientre, haciéndole reír y algunas veces molestar intencionadamente.
Y tenía que admitir que, Chan le gustaba.
Que a pesar de éstos meses que se quería mantener ajeno a sentimientos por no querer llevarse otra traición y su corazón ahora sanado volver a romperse, al final Bang con su comportamiento y acciones lo había enamorado como si fuera su primera vez sintiendo amor.
-No se preocupe señor Yang, le aseguro que el jefe regresará con el mínimo de rasguños-
-Si, usted esté tranquilo, mire, le traje un té-
Le decían dos hombres, los mismos que le acompañaron aquella vez en el cumpleaños de Chan a su cita prenatal.
-Muchas gracias, y lo intentaré, es difícil no preocuparse-
Dijo aceptando el té, soplando un poco y bebiendo de él.
Ambos hombres asintieron, para luego escuchar por sus radios la voz de sus compañeros.
-El jefe ha vuelto sin daño, hemos aniquilado a esos bastardos-
Jeongin que alcanzó a escuchar, sintió su cuerpo más liviano, dejando su preocupación de lado con un suspiro y un largo trago del té que le fue dado.
[•••]
-¿Qué pasa bonito?—
Preguntó pasando unos mechones de cabello del menor tras su oreja.
Se encontraban en el sofá después de un largo día lleno de emociones, sin ver la televisión o algo así, solo estando Yang aferrado en un abrazo a Bang, siendo varios minutos ya así.
-Chan, tenía miedo de que algo te pasara, nunca habías ido en el tiempo que llevo viviendo aquí tú mismo- Murmuró afirmando más su agarre alrededor del torso del mayor.
-No me iba a pasar nada, aunque igual estaba preocupado-
-¿De qué algo les sucediera?-
Preguntó suavemente.
-No, si bien confío en mis hombres, dejarte solo no me gustaba, me preocupaba que algo pasara y yo no estuviera ahí contigo-
Admitió en una voz íntima y tierna, que hizo vibrar el corazón del doncel.
-Chan -
-¿Si?-
–Tú...tú, me gu- ·
No terminó de hablar cuando sintió su mentón ser tomado por el contrario elevando su rostro, y pegando con fuerza sus labios con los suyos.
Era un beso que inició rudamente, pero poco a poco se fue suavizando.
Chan disfrutaba de morder suavemente esos labios carnosos, lamberlos y atraparlos con los suyos suaves succiones en ellos. dando
El tiempo en que se besaban aumentaba, y con ello nuevamente pasaba a ser un beso más caliente y necesitado.
Jeongin bajó su mano, quedando posada sobre la entrepierna de Chan, quien se sorprendió al sentir su mano ahí.
Chan sin soportarlo más se levantó, dejando desconcertado a Yang y un poco desorientado del beso tan intenso que estaban teniendo.
-Aquí no-
Sonrió ladino, para cargarlo con cuidado de no lastimar su vientre dónde crecía su hijo, haciendo al menor enredar sus piernas en su cadera y llevarlo con dirección a su habitación.
Los guardias que miraban disimuladamente solo se pasaron dinero entre sí mientras otros se quedaban sin él mientras maldecían, y otros cuantos iban afuera a reclamar su dinero con enormes sonrisas al resto de trabajadores del lugar.
Al parecer había una apuesta por ahí rondando entre los hombres del jefe de la mafia Bang.
¿Se enamoraría Yang del jefe antes de dar a luz? Y bueno, pocos tuvieron fé de que sí.
Al final, parece ser que Bang y Yang si serían una familia.
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Embarazado del jefe de la mafia
FanficYang Jeongin es un doncel que desea tener una familia, pero antes de poder intentarlo con su pareja de nueve años, éste le dejó por una amante. Chanin🦊🐺 Esta historia no es mía es de @goldupet 💖 🥈#Chanin 05/06/24 🥇#Chanin 04/10/24 🥉#Chanin 12...