ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟜

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Noveno mes de embarazo

Jeongin y Chan se encontraban saliendo del hospital loto silvestre, esa había sido la última cita del doncel, y según la doctora Kim, pronto nacería el bebé, por lo que tenían que tener cuidado y Yang ser muy atento a cualquier molestia, pues podría ser indicio de que daría a luz.

-Mi espalda me está matando-

Se quejó Jeongin, tomando el brazo de Chan.

-Pronto estaremos en casa y podrás descansar-

Dijo dándole un cariñoso beso en una mejilla, haciendo sonreír tiernamente al más bajo.

Habían pasado un par de semanas desde que se demostraron amor entre las sábanas.

Todo estaba más que claro, se querían, se deseaban, se amaban, incluso se comportaban como una pareja ahora.

Pero, aún faltaba algo que al Bang le inquietaba un poco.

Así es.

Una confesión de sus sentimientos, y la pregunta mágica.

Si bien, los roces, caricias, besos, palabras dulces, el deseo y las acciones de ambos podía ser más que suficiente, Chan quería que le diera el sí para sentirse tranquilo.

[•••]

Bang se encontraba en la cocina dando vueltas de un lado a otro, mientras un par de los trabajadores del hombre entraban para tomar agua, mirando extrañados a su jefe.

-¿Está todo en orden jefe?-

Preguntó valientemente uno de ellos, temiendo por recibir una mirada fría de aquellas que te roban el alma.

-¿Cómo puedo decir mis sentimientos a innie?—

Murmuró, logrando ser escuchado a penas por los dos hombres.

Ambos se vieron mutuamente, para después sudar.

No tenían ni idea.

-Bueno jefe, no tenemos una idea realmente-

Chan asintió, para verlos a los dos, dejando congelados a ambos por la mirada de Bang.

-Podría...pedirle un consejo al joven JongSeong, el cómo confesó lo que sentía al joven jungwon-

Contesto el otro hombre, sintiendo sus hombros algo tensos.

Los ojos de Chan parecieron brillar.

¡Claro, JongSeong podría darle alguna idea!

Y luego simplemente salió de la cocina con dirección a su oficina.

Haría una llamada muy importante.

[•••]

-¿Qué es Chan?—

Preguntó curioso el doncel, caminando al lado del mayor que sonreía como un niño emocionado.

-Ya lo verás-

Y yendo ambos con dirección a la parte trasera de la mansión, Jeongin pudo apreciar como había ahora un jardín, hermosas rosas, arbustos en formas diferentes y una fuente en medio de todo.

Juraba que no estaba eso ahí.

-¿Desde cuándo hay un jardín?-

Murmuró sorprendido, sintiendo su mano ser envuelta por una más grande.

-Desde hace media hora-

Jeongin rió, entrelazando sus dedos con los de Chan.

-Es muy bello el jardín-

Sonrió tocando su vientre, dónde sintió una pequeña patadita.

-Y a nuestros bebé parece que también le gusta-

Chan asintió, comenzando a guiar al menor más al centro, para sentarse ambos en la orilla de ls fuente.

-Jeongin, tengo algo que decirte-

Dijo apretando los labios.

-Adelante Channie, ¿De que se trata?-

Preguntó curiosos por las acciones del mafioso, quien retuvo por unos segundos el aire y lo dejó salir.

-Me gustas jeongin, no, te amo, eres simplemente perfecto, todo tú es perfecto, bello y lleno de color-

Comenzó a decir, notando un rubor creciente en las mejillas de Jeongin.

Sonrió ladino, le encantaban sus mejillas sonrojadas

-Desde aquél día en el bar, cuando dijiste que querías un bebé supe que era mi oportunidad para tener una familia, teniendo ambos el mismo deseo, y ahora estamos aquí, comenzaste a vivir junto a mi aunque fue a causa de un momento desagradable-

Pausó, besando el dorso de la mano del menor.

-Comenzaste a vivir junto a mi y todo cambió, la rutina de mi día a día que se resumía en despertar, estar en mi oficina, arreglar problemas, vigilar a mis hombres y dormir, cambió a despertar, encontrarte ahí esperando por mi en la cocina, trabajar más motivado, ver la televisión juntos, salir a algún lado de vez en cuando, divertirnos juntos, compartir todo de nosotros, y fue algo que quería por siempre-

Sonrió bellamente, tomando ahora ambas manos de Yang.

-Yang Jeongin, ¿Quieres ser mi novio?-

El menor no dudó ni un segundo en contestar, sintiendo cosquilleo en su estómago y sus mejillas calientes por todas las palabras.

-Por supuesto que quiero, Channie-

Chan se acercó al rostro contrario, entrelazando sus dedos con los del doncel, y estaban tan cerca el uno del otro para darse un beso que sería el sello de su noviazgo.

Cuándo...

-¡Ay!-

Tocó su vientre doblándose hacia alfrente, justo cuando sus labios se rozaron.

-Chan, ¡El bebé ya viene!-

Dijo sosteniendose del brazo de su amado y su vientre, comenzando a respirar agitado cuando un líquido corrió por su pantalón.

Había roto la fuente.

Chan rápidamente se levantó y ordenó a todos a abrir el camino hasta el hospital loto silvestre a través de una radio.

Rápidamente sus hombres corrieron a los autos que ya estaban preparados desde hace tres semanas para cuando el Jeon estuviera por dar a luz.

Y Chan cargando a Jeongin y corriendo a uno de esos autos, partieron rápidamente hacia el hospital.

Embarazado del jefe de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora