Era una fría noche de invierno, Addison estaba junto a su equipo en una fábrica abandonada buscando pruebas sobre la supuesta droga de la que le había hablado una persona anónima, mientras caminaba con su arma en alto vigilaba que no hubiera nadie para que los demás puedan avanzar, ya habían revisado todas las habitaciones y no había rastro de nada, solo quedaba una habitación bastante grande, la ojiazul estaba llegando a la puerta a paso lento pues todo estaba totalmente oscuro, apenas se podía distinguir algo con la luz de la luna que entraba por las ventanas, se asomo por el marco de la puerta para ver que no haya nadie, pudo escuchar el sonido de algo parecido a una lata cayéndose por lo que salió de golpe con su arma en alto junto a su equipo los cuales apuntaban con un par de linternas hacía el lugar donde habían oído aquel sonido, pero se llevaron una decepción al ver que solo se trataba de una rata.
Todos se fueron del lugar con las manos vacías y sin ninguna información sobre aquel narcotraficante tan famoso llamado Carlos Müller, este se dedicaba a traficar droga al igual que mujeres. Addison ahora mismo estaba frustrada sentada en su silla y recostada en el escritorio de su oficina, pues su jefe le había dicho que no debía hacer caso a la información que da la gente anónima por lo que se llevó una gran charla de su parte al volver, estuvo así por un momento hasta que segundos después entró a su oficina un hombre de cabello castaño claro y ojos azules con dos cafés en sus manos, era Michael, uno de sus mejores amigos del trabajo.
- no tienes remedio, eres muy cabezota a veces, te dije que no era buena idea ir tu sola ¿quieres un café? es tu favorito -
La mujer puso los ojos en blanco al escucharlo y se levantó de la silla para poder tomar el café que el hombre le estaba ofreciendo.
- creía que encontraría por lo menos una pista, pero parece que era todo falso como dijeron el jefe y tu, debía haber esperado un poco aunque sea antes de actuar -
- exacto, me alegro de que por lo menos admitas tu error y puedas reflexionar, pero no creo que aprendas de esto -
- qué quieres que te diga? me gusta lanzarme al peligro -
- bueno, será mejor que vuelvas a tu casa y descanses, has estado en la oficina casi dos días enteros, yo me encargare del resto de la investigación -
- casi nada, no me molesta para nada, además quiero seguir con...-
- dije que te vayas y descanses, te avisaré de lo que pase enserio, te lo prometo -
Addison lo miro por unos segundos y soltó un suspiro, accedió a lo que dijo y tomo su abrigo para ponérselo, salió de su oficina junto a Michael y cerró la puerta cuando detrás de ambos, definitivamente no le agradaba la idea de tener que irse a su casa a descansar pero lo haría solo porque confiaba en Michael, este último simplemente la miraba con una amplia sonrisa satisfecho de que le haya hecho caso.
Cuando la azabache llegó a su departamento el cual se veía un poco lujoso y limpio, pues ella normalmente no pasaba en su casa, prefería salir y atrapar a los criminales con sus propias manos. Bostezo en cuanto entró por la puerta y dejó su bolso sobre la mesa, se preparo algo ligero para cenar y se puso el pijama que consistía en una camiseta grande blanca junto con un pantalón ancho negro y si algo no podía faltar eran sus pantuflas de conejo. Terminó de cenar y sin darse cuenta se había quedado dormida en el sofá con la televisión encendida.
<<Al día siguiente>>
Se despertó debido a que el sol entraba por la ventana y le daba justo en la cara por lo que le tocó levantarse si o si para cerrar la cortina y que no entre el sol, se estiro un poco bostezando y se miro al espejo que tenía al lado, su cabello negro estaba totalmente desordenada y pudo notar que tenía un poco de ojeras debido a la falta de sueño pero no le tomó importancia y camino hacía la cocina para poder hacerse algo para desayunar aunque todo lo que había quedado ya estaba caducado y no tenía de otra opción mas que salir a comprar algo.
- justo hoy que no quiero salir de casa el universo conspira para que lo haga y no descanse -
Refunfuño mientras caminaba hacía su habitación, se dió una ducha fría para despertarse y se puso una camiseta negra junto a un pantalón marrón ancho el cual resaltaba su cintura con ayuda de un cinturón negro, además de eso se puso una chaqueta americana marrón igual que el pantalón y unas zapatillas blancas.
Una vez lista salió de su departamento y caminó hacia la tienda más cercana que había, cuando la encontró entró sin dudarlo, tomó una cesta pequeña y empezó a meter algunas cosas en esta, sobre todo las cosas que estaban en latas para que le pueda durar más aunque hoy le apetecían unas tostadas con mantequilla y mermelada, definitivamente no se iba a quedar con las ganas, ya tenía el pan y la mantequilla, lo único que le faltaba era la mermelada y cuando la encontró pudo ver que justo solo quedaba un frasco.
- debe ser mi día de suerte -
Dijo la azabache casi en un susurro mientras acercaba su mano hacía el frasco, pero cuando justo lo tomó sintió y vio otra mano sobre la suya, cuando regresó a ver quien era se trataba de una mujer un poco más baja que ella, de cabello naranja y ojos azules, está estaba usando una camiseta de cuello alto y manga larga negro junto con una falda marrón que le llegaba casi hasta a los tobillos además de unas botas de tacón negras, parecía un poco nerviosa pues ahora ambas querían el mismo frasco.
Addison
Michael
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🌷Death and Love🌷
RomanceAddison era una conocida policía en su país debido a lo joven que era para haber tenido tantos logros además de no dudar ni un momento en arrestar a un criminal cuando lo tiene delante, mientras tanto Christa era una simple medico que vivía su vida...