Este Humano Es Mío (Arkos)

El chico invencible (capitulo largo)

Nos localizamos ahora en el estadio de la ciudad de Argus, lugar en donde estaba mucho más público de lo normal debido al evento que se estaba realizando, y es que este era un evento en dónde se demostraría la valía del rubio que todos conocemos, esto con la finalidad de ver si es digno de tener a la pelirroja a su lado, y de paso tratar de salvar su propio futuro.

El estadio estaba extremadamente lleno, más encima porque la mayoría de las personas en el estadio eran SIMPáticos de Pyrrha de todas las edades, desde adolescentes hormonales hasta uno que otro anciano con dinero, la gran mayoría sosteniendo carteles en contra del rubio.

Entre las personas presentes en el estadio también estaban la familia del rubio quienes alcanzaban distinguir otras personas más que habían venido al evento, entre ellas estaban unas muy pero muy pocas personas con carteles de apoyo para el rubio, unos que solo vinieron por el morbo o en todo caso reporteros, otros estaban grabando, y unas chicas con carteles de amor hacia el rubio ya que les parecía muy atractivo.

Ahora en otra parte del estadio, el rubio que todos conocemos estaba extremadamente nervioso, ¿Y cómo no estarlo?, estaba en la mucha que iba a decidir su propio futuro, todo a causa de una relación con una persona de la cual no estaba enamorada y ni sabía de su existencia hasta hace muy poco, y esa misma persona estaba tratando de calmarlo dándole un ”masaje", pero lo que en realidad estaba haciendo era posicionar unos sellos en algunas partes de su cuerpo y conectandolo a las yemas de sus dedos para manipular el cuerpo del rubio a voluntad.

–Creo que debería de retirarme ahora que tengo la oportunidad –se dijo el rubio extremadamente nervioso.

–Tranquilo Jaune, todo va a salir bien –le dijo Pyrrha tratando de consolar al rubio.

–¿Estás bromeando?, ¡No he entrenado en toda mi vida!, ¡No tengo la más mínima posibilidad contra el que me enfrente! –exclamo el rubio apunto de vomitar por los nervios.

–¡Perdedor, ya casi vas a salir, prepárate! –le dijo el árbitro al otro lado de la puerta del camerino.

–Creo que debo renunciar –murmuro el rubio preparado para salir corriendo del lugar pero siendo detenido por su falsa novia.

–Si haces eso vas a quedar peor y no solo te afectará a ti, ¡Le afectará a toda tu familia!, ¡Tus padres no podrá ser acortado en las misiones y tus hermanas no tendrán un buen futuro!, ¡¡ASÍ QUE TIENES QUE DAR LA CARA POR TU FAMILIA! –le explico Pyrrha tratando de motivar al rubio.

–Pyrrha, creo que eso no… –antes de que pudiera terminar su oración, el rubio tapo su boca para contener sus náuseas debido a que se sentía aún más nervioso.

–Mi punto es que eres un Arc, y hasta donde yo se de ellos, ninguno ha retrocedido, y tú tampoco lo harás –decreto la pelirroja tomando el escudo y la espada Crocea Mors para ponerlas a la fuerzas en las manos del rubio –¡Y tú tampoco lo harás!, ¡Así que ve y demuestra que eres el chico invencible! –le dijo Pyrrha con sus ojos llenisimos de emoción.

–Hey, ¿Cuánto más van a tardar? –le pregunto el árbitro entrando al camerino.

–Enseguida va –dijo la pelirroja volteando y empujando al rubio hacia fuera del camerino –Tranquilo, te espera una recompensa por ganar está contienda –le murmuró Pyrrha al oído del rubio mientras lo empujaba.

–¿Y si lo pierdo? –pregunto el rubio muy temeroso.

–Te espera una alternativa –le contesto la pelirroja dándole un beso en la mejilla –Es de buena suerte, ahora ve y aplasta a todo aquel que se atreva a amenazar a tu familia –le dijo la dragona sacando al rubio del camerino y dejándolo a merced del arbitro quien se llevó al rubio hacia el coliseo.