Fuego de mil infiernos. | 𝗝𝗨𝗡𝗜𝗢𝗥 𝗛

𝒸. 012

Lo besó. No pudo evitarlo, era el momento perfecto. A pesar de todo seguían amándose como el primer día, ¿Como le negaría un beso al amor de su vida? Al momento de sentir sus labios sintió lo que jamás había sentido con nadie, el amor verdadero. No lo pensó, solo vivió el momento, sus labios cálidos la hacían sentir tan segura, Isabella estaba en la gloria.

—Te amo— dijo junior acabando el beso con un tierno abrazo. —Yo más— respondió Isabella con una grande sonrisa.

—Bella, no sabes cuanto te extrañe, quiero hacer las cosas bien contigo. No estoy dispuesto a volverte a perder, te lo juro que daré todo de mi parte para que funcionemos.
—Yo también te extraño mucho tony, funcionaremos, una relación es de 2 y yo también quiero intentarlo todo contigo.— Antonio coloco un tierno beso en su mejilla seguido de un abrazo claramente correspondido. Por fin, después de tanto tiempo volverían a estar juntos, —¿Me permites?— dijo junior sacando su celular —tengo que hacer una llamada

—claro que si, yo terminaré de hacer las galletas— Dijo Isabella con su hermosa sonrisa, más feliz de lo que normalmente estaba. Antonio se dirigió a la habitación de Isabella, en ese momento le llamó a Nata

—¿Que onda pa'? ¿Que pasó?

—¿Por fin se me hizo con isabella

—No chingues!— dijo nata dando pequeños saltos desde su habitación. —Por fin wey, ya me traías harto con todas las mala copiadas que te pegabas por esa morra

—Cállate, ya no la extraño, ya traigo puesto el mandil

Nata rio —¿y para cuando la pedida?

—Pronto— expresó Antonio con felicidad —ya verás que cuando menos te lo esperes seremos novios, le voy a bajar la luna y las estrellas, ella no es cualquiera y quiero planear algo muy especial.

—Está bien, ¿estas con ella?

—Si, me metí al cuarto para no escucharme tan mandí

—Uyy— dijo pícaro, —nomas se arma la machaca que en esta coronamos

—Sii! Seguro coronamos— respondió junior risueño, —ya te dejo pa' byee

Regreso a la cocina recibiendo a isabella con un abrazo por la cintura

—¿con quien hablabas?
—con nata hermosa— El sonido del horno los interrumpió. Le encantaba cada momento a su lado.