𝒸. 017

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—Amor
—¿Si?
—Me acaba de llamar mi papá, hará una fiesta familiar y quiere conocerte.

En ese momento Antonio se puso nervioso, pero estaba decidido a hacer las cosas bien con su preciosa Isabella. —¿A que hora amor?
—A las 9
—Está bien— tomó una pequeña pausa para darle un beso —Me voy a alistar, ponte más hermosa de lo que ya estás— le guiño el ojo y se dirigió hacia la ducha, Isabella fue hacia su tocador para empezar a alistarse. Puso su canción favorita "nací para amarte" y tomó una de sus brochas para empezar a maquillarse.

Las horas pasaron, ambos ya estaban en el auto dirigiéndose a la hacienda de los papás de Isabella. Al llegar, Junior se quedó con la boca abierta, era preciosa, casi tan hermosa como Isabella. Ella lo noto —¿Pasa algo amor?
—Nata ya me había dicho que tenías un chingo de lana pero no pensé que tanta— Isabella rio y tomó su mano para entrar juntos.

Se sorprendió, no era como que no hubiera visto eso antes, si no que estaba sorprendido de que su amada estuviera en ese ambiente. Lo primero que vieron al entrar fue una banda, una hermosa hacienda, personas sentadas en las mesas con armas y guardias cuidando la entrada. —Señorita Isabella, es un gusto verla después de tanto tiempo— dijo uno de los guardias —Ya te e dicho cientos de veces que no me digas señorita— dijo con una sonrisa amable —Me conoces desde que era una bebe
—Y lo sigue siendo Isabella, pero ahora una bebe con novio— Isabella le dio una sonrisa y se dirigió hacia su papá, el cual la recibió con un fuerte abrazo, la señora de su lado se dirigió hacia junior.

—Mucho gusto, Antonella Arango de Lujan— sonrió pensando en lo lindos que sonarían sus apellidos juntos "Luján de Herrera" —El gusto es mío, Antonio Herrera— dijo estrechando su mano.

—Papá, el es Antonio.
—Mucho gusto ¿Tu eres el novio de Isabella?
—Así es señor, un placer.

—Muy afortunada eres hija, no cualquier hombre se atreve a presentarte ante miles de personas como su novia.— Dijo refiriéndose a lo sucedido en el concierto, en ese momento se sintió aliviado pensando qué tal vez podría tener una buena relación con su suegro.

—Tomen asiento— Dijo Antonella con amabilidad, era muy parecida a Isabella. Una espléndida sonrisa iluminada su rostro.

—¿Quieren algo de tomar?
—Yo no tomó, gracias.— Dijo Antonio provocando una carcajada de todos los presentes en la mesa —No tienes que fingir con nosotros, ya hemos visto tu conciertos. Te das unos shotsotes de Don julio.— Antonella se dirigió al mesero —Buen gusto por cierto, un don julio para el hombre, por favor.—

Antonio sonrió nerviosamente.

—Cuéntanos, ¿A qué te dedicas?
—Pues, me dedico a la industria musical. Soy cantante, tengo distintas empresas también, todo dirigido a lo artístico
—Podemos ver que es un hombre con metas y sueños. ¡Échense una de junior H!— Le dijo a los músicos, los cuales empezaron a tocar "El nene". —Bélico el viejo, pásale al escenario. Queremos ver tu talento.

Antonio hizo lo que el señor ordenó, tomó el micrófono y cantó, más nervioso que nunca. A pesar de todo, eran bastante amables y ocurrentes. Cuando pensaba en el papá de Isabella se imaginaba a un señor bastante serio y estricto con prendas de vestir, sin embargo era todo lo contrario. Tría puesta una camisa negra con unos pantalones negros de mezclilla, unas botas, un sombrero y distintas cadenas de oro como accesorio. Lo dio todo en el escenario, al finalizar la canción todos se pusieron a aplaudir. Alejandro (el papá de isabella) le dio una seña para que se sentara.

—Muy bien muchacho, si tienes bastante talento. Pero no vienes aquí para cantar, no te contratamos— dijo riendo mientras abría la botella de don julio —¿Gustas?— Antonio asintió con la cabeza y le dio un trago a su vaso.

Fuego de mil infiernos. |  𝗝𝗨𝗡𝗜𝗢𝗥 𝗛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora