Capitulo 05

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Narra jose Luis.

Después de haber peleando con esos hombres decido irme a mi casa, la verdad estaba muy molesto ya que había defendido a Robert y el simplemente me salio con eso, Ni las gracias me dio.

Al llegar a mi casa pense que tendría un poco de paz pero no fue así, Mi madre al ver que llegaba se acerco a mi y me reclamo ya que me iria de nuevo a la capital apenas amaneciera

— ¿Como que te regresas al Df?— Pregunta mi madre aun atrás de mi, no le respondo nada simplemente camino hasta la mesita donde se encontraba un poco de Whisky y lo serví en una pequeña copa. — Jose Luis tu tienes un deber con la familia, Tienes que ocuparte de la mina. Ahora que Damián no esta pues, tu eres el nuevo patrón

— Vamos guerra, no mientas. Siempre has sido la patrona y te encanta serlo. Además sabes perfectamente que no me interésa ni la mina y menos san pedro del oro. Pero sobre todo no tener que rendirte cuentas a ti ¿Sabes porque? Por que terminariamos peleando como siempre y lo sabes — Veo como entra Ricardo con una botella en su mano, Por la manera que venia caminando se podía ver que estaba borracho — Que lo haga ricardo, que de una vez se ponga los pantalones largos y empiece a trabajar.

— Claro, claro que puedo hacerlo. ¿Quien te crees tú?  Mamá deja de estar suplicando a este arrogante, dejalo todo en mis manos — Menciona mi hermano, por la manera que estaba hablando era obvio que estaba borracho como siempre. Mi mamá simplemente lo ignora y me vuelve hablar a mi.

— Jose luis, te prometo que no voy a intervenir en tus decisiones. — Dice mi madre con una leve sonrisa. Sabia que era mentira, solamente me quería convencer para que aceptara quedarme

— Ay vamos guerra, Si siempre te metes en todo

— Mamá, Mamá! Hazme caso no soy invisible... Te estoy diciendo que yo puedo ser el nuevo patrón de la mina — Insiste Ricardo

— Ricardo, mi amor entiende lo. Tienes grave problema con el alcohol y hasta que no lo superes, Nadie puede confiar en ti. Ni siquiera yo que te adoro, cometerias estupidez. — Ricardo me mira con odio y se va un poco molesto

— Esta mal, cada vez esta peor... Tienes que hacer algo

— Si, dejemos a Ricardo a un lado. Reconozco que tu y yo nos hemos llevado mal en el pasado. Aunque sea supervisa las operaciones de la mina hasta que firmen los ingleses, después ya vemos

— Mamá, Algo me dice que si me meto a esa mina va hacer la peor decisión de mi vida.

— ¿Pero porque? Ese es el negocio de la familia José luis, tu eres economista. ¿Quien podría ser el más indicado que tú para la presidencia?

— Mira, no lo se... Dejame pensarlo ¿si? Por favor, a solas y sin presiones ¿Esta bien?

Menciono dejando a mi madre sola para así dirigirme a mi Habitación para descansar un poco, espero y en mi cama si pueda estar en paz ya que en el bar y en mi casa no pude.

Al día siguiente...

En las oficina del señor Fernando se encontraba el tigre con el, ya que tenia que firma unos planos.

— Tu seras muy ingeniero, pero no sabes lo que dices — Menciona el tigre —  Bueno si, a lo mejor si lo sabes y estas mintiendo.

— Pues tu seras muy tigre y todo lo que quieras, pero aquí el patrón y el dragón soy yo. — Menciona Fernando pasandole un lapiz al tigre — Ya deja de decir babosadas y firma

— Yo no firmo falsedades — Menciona el tigre lanzando los papeles a la mesa —  La mina se esta secando y cada vez hay menos oro. ¿Cuanto te pagaron por mentir?

Corazón De NadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora