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𝟎𝟑┃"Casémonos"
Contuvo la respiración y exhaló lentamente, soltando espirales de humo y creando círculos con ella. Apretó la colilla entre sus dedos y le dio una última calada al cigarrillo antes de arrojarlo al suelo, pisando para poder apagarlo en definitiva y largando un largo e tenso suspiro.
El recuerdo de Gun presionando su cuello con fuerza era un detonante para su estúpido masoquismo, habían ciertas diferencias, pero en cada una de ellas pudo sentir sus ásperos dedos apretarse alrededor de su piel y el jadeo involuntario que soltó fue lo que más la avergonzó.
Gruñó en voz baja y pensó seriamente en sus palabras, la estaba retando a derribarlo, a que ella destruya todo lo que él tenía en ese momento. Y, sinceramente estaba más que dispuesta a hacerlo.
Inclinó la cabeza para ver a su entorno unos segundos más antes de ponerse de pie y adentrarse al edificio de PTJ, masajeando su cuello suavemente y sintiendo el ardor que aún persistía en sí.
Cerró los ojos y se distrajo cuando olió el aroma característico de esa persona. Arrugó el entrecejo y acomodó un mechón detrás de su oreja, abrió un ojo y supo que tenía razón cuando visualizó a esa cabellera rosa caminar con varias personas pisando sus talones. Reconoció a Crystal y al rubio, que, suponía que era Goo, la primera hablaba con DG sobre algo y el segundo simplemente se mantenía concentrado en lo suyo, añadiendo palabras a la conversación o a veces soltando risotadas exageradas.
Sabía que estaba en problemas, ciertamente y si iniciamos de nuevo, el que Gun la haya visto con otro color de cabello es una gran desventaja y a la vez, bueno. Ya que, él la conoce por el nombre de Kilia, si se acerca, deducirá rápidamente quién es.
Entonces debe calcular todo meticulosamente.
Por lo pronto, a Gun le dejará de seguir el rastro, centrándose en los otros dos individuos.
Había uno con el que no había cruzado ninguna palabra, Goo, como ya había mencionado; es un hombre muy centrado en lo suyo, aún así, también tiene sus métodos para divertirse de una forma bastante peculiar.
Lo que inicialmente le hace pensar es, ¿ellos alguna vez asesinaron a alguien?, no había prueba alguna sobre ello, pero estaba esa duda creciente.
No son santos, eso es un hecho.
Así que no le sorprendería encontrar algo en que los inculpe sobre un posible crimen alevoso.
Esa información valdría millones.
—¿Estás concentrada? —La voz de el representante de DG la trae a la realidad.
Levantó la vista y asintió, no escuchó nada de lo que dijo pero no necesitaba reprimendas. No estaba de humor, especialmente ese día.
Un suspiro salió de sus labios cubiertos por bálsamo labial, la joven parpadeó con un deje de malestar en su expresión y volvió a asentir cundo el susodicho le dijo que debía maquillar a DG.
