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𝟎𝟒┃Imán de problemas.
Realmente no darse cuenta del cambio radical de falsa tranquilidad a alarmante. Casha era de esas que eran buenas ocultando lo que sentía o pensaba, aunque no muy a menudo, el idiota de Gun, a pensamientos de ella, había aparecido justo allí.
¿De todos lo lugares... Ahí?, no podía ignorar ese suceso, y el como su mente divagaba. En definitiva, desmantelar a todos esos idiotas sería algo que llevará tiempo.
Obviamente previno una situación como esa, más no pensó que eso sucedería justo en aquel momento.
Optando por ignorar la incomodidad creciente en el interior de su pecho, por muy orgullosa que sea, también podía perder la tranquilidad en una situación así. Pero era buena ocultándolo, una de sus tantas cualidades.
—¿Tenían una reunión o algo similar? —La voz reconocible de Gun le provocó un escalofrío que recorrió su columna vertebral.
Casha supo que él ignoró los constantes insultos por parte del rubio con gafas y sólo se asoció a observar su espalda.
Gun no era un ignorante, sabía de la existencia de la supuesta maquilladora de DG, lo que le daba cierta curiosidad, fue el rápido movimiento que esta emitió cuando ingresó a la oficina.
Sus ojos color obsidiana rápidamente descendieron por la espalda de la oficial infiltrada, tomándose unos segundos para determinar que esa mujer no era la que anteriormente le había hecho sentir esa adrenalina, ya que tenía esa familiaridad en sí, pudo divisar el inicio de un tatuaje que estaba oculto gracias a la remera que ella traía ese día, no notó nada singular en Casha, así que corrió la vista ni bien tuvo la oportunidad.
—Olvídalo, ¿dónde estabas? —Goo curiosea, algo indignado por la indiferencia del contrario a sus palabras que debían ser hirientes y que solo provocaban molestia en Gun, aunque sabía contenerse.
—黙れバカ¹ —Gun respondió en su idioma natal, pasando la palma de su mano por su notable rostro irritado.
—¿Te rasguñó una gata? —Insistió en saber nuevamente, viendo los rasguños de uñas que Gun tenía en su cuello en un rojo vivaz, si se enteraba de que este último tuvo un altercado con alguien como la última vez que terminó con un brazo roto, se burlaría de él e no dejaría pasar esa situación.
Casha se ahogó con su propia saliva, instintivamente su mirada se detuvo en DG antes de aclararse la garganta y hacer una reverencia pequeña.
—Me retiro —Su voz detonaba incomodidad, no tenía más nada que hacer en ese sitio, se iría y luego tomaría aire para ordenar sus pensamientos.
Dejando de lado a los dos individuos que acostumbraban a usar gafas similares, esquivó a Gun sin esperar respuesta alguna por parte de DG y salió de allí dando un portazo que, según ella, fue algo fuerte.
