Harry Potter y el contrato de compromiso -COMPLETO-

Capítulo 15

El profesor Dumbledore suspiró pesadamente mientras veía a Harry acercarse a él. Su corazón estaba lleno de vergüenza y arrepentimiento por lo que estaba a punto de comenzar. Había sido su esperanza que pudiera encontrar y destruir a los Horrocruxes por su cuenta, pero Voldemort, y su propia vanidad había destruido esa esperanza cuando se había puesto el anillo de Salazaar Slytherin e incurrió en la maldición que lo estaba matando lentamente.

Dumbledore tenía pocas opciones si se salvaba todo el mundo mágico. Todas sus investigaciones e investigaciones apuntaban a un solo resultado posible. Y este resultado hizo que el viejo se mareara. Cómo podría el destino ser tan cruel con un niño, Dumbledore a menudo se preguntaba.

Y, sin embargo, Harry no era un niño común. Harry era especial. Había crecido en un ambiente abusivo, y surgió como un joven fuerte y bien ajustado. Un joven que anhelaba el amor y la amistad, y que pondría su propia vida sin dudarlo por aquellos que le importaban. Era ese rasgo con el que contaba Dumbledore, aunque lo enfermaba cada vez que lo pensaba.

¿Qué tipo de hombre iba a preparar a este chico solo para que Harry pudiera morir? Dumbledore había tratado de encontrar una forma alternativa de destruir al Señor Oscuro. Pero mientras Harry estuviera vivo, siempre había una posibilidad de que Voldemort pudiera regresar, y esa era una oportunidad que Dumbledore no estaba dispuesto a tomar. El mundo no podía soportar que Voldemort regresara en el cuerpo de Harry.

Así fue, con un corazón pesado, que Dumbledore había tomado su decisión esa noche de hace mucho tiempo, encerrado en su oficina mirando el anillo que había destruido, y la mano negra maldita. No importa qué, Harry Potter tendría que morir a manos de Lord Voldemort, y entonces alguien mataría a Voldemort.

"Justo a tiempo, Harry. Estás listo?" Preguntó dumbledore.

"Sí, señor." Harry sonrió, todavía pensando en su despedida con Daphne.

"Muy bien. Ahora, antes de aventurarnos, debo pedirle que me jure que no importa qué, seguirá mis instrucciones al pie de la letra. Si te pido que corras, lo harás sin dudarlo. Me lo jurarás?"

"Sí, señor. Lo que sea que me digas que haga." Harry dijo, pensando que no había forma de que solo siguiera ciegamente las instrucciones. Sí, si su situación dictaba que debía correr, entonces, por supuesto, pero aparte de eso, Harry no solo iba a saltar porque Dumbledore lo dijo. Esta fue una misión de búsqueda de hechos para Harry. Había descubierto que había más cosas que él sabía, y estaba decidido a aprender todo lo que pudiera esta noche.

"Muy bien. Vamos a estar fuera."

Y así, Harry siguió a Snape y Dumbledore en los terrenos cubiertos de nieve de Hogwarts y en la noche. Los tres compañeros estaban en silencio mientras caminaban, a excepción del crujido de nieve bajo sus pies. Dumbledore dirigió el grupo, con la cabeza en alto, pareciendo que simplemente estaba dando un paseo nocturno. Snape lo siguió, luciendo agrio y ansioso. Sus manos estaban profundamente en los bolsillos de su capa para evitar el aire frío de la noche. Harry fue el último, con los ojos y los oídos abiertos para cualquier sonido que los dos profesores pudieran hacer, cualquier movimiento que pudiera resultar importante más adelante.

Llegaron a la puerta principal de la escuela, y con una ola de su varita, Dumbledore abrió el pesado hierro forjado, y él y sus dos compañeros de viaje salieron de los terrenos de la escuela, antes de que el Director cerrara las puertas una vez más.

"Harry, si quieres tomar mi brazo." Preguntó Dumbledore, extendiendo su buen brazo y mirando a Snape, que todavía brillaba. Harry apenas había agarrado el brazo antes de que la incómoda sensación de ser succionado a través de un tubo muy apretado lo abrumara.