Capitulo 4

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Winter no es una mujer acostumbrada a dejarse llevar por sus emociones, y mucho menos dejar que afecten su capacidad como investigadora, pero mientras se aferraba al caliente cuerpo de Karina, que manejaba su moto de forma temeraria por las calles de Caracas, se dio cuenta como sus pensamientos eran un torbellino de primitivos sentimientos, afectándola a niveles que nunca en su vida había experimentado.

La agente solo pudo reaccionar a sus pensamientos, cuando se sorprendió que el sitio cercano donde irían a comer, resulto ser un apartamento en el  centro de Seul.

-Bienvenue à mon humble maison ma belle…- Exclamo Karina mientras se bajaba de su moto, y le tendía una mano a Laura para ayudarla.

-Pensé que iríamos a un restaurant… yo… yo me regreso- Le contesto Winter, mientras se bajaba de la moto y se iba asustada ante la idea de subir al apartamento de Karina, más por temor a lo que sentía, que ante el peligro de ser asesinada.

-Por favor señorita, no se vaya… le prometí invitarla a almorzar, mi error fue no decirle donde… lo siento.- Le dijo Karina deteniéndola, era primera vez que Laura escuchaba una disculpa salir de la boca de esa mujer.

-¿Usted… disculpándose?- Le pregunto Winter, pudiendo ver como el rostro de Karina se ruborizaba ante sus palabras.

-Reconozco que tenía mucho tiempo que no lo hacía… pero deseo profundamente que me acompañe a comer, solo eso.- Le respondió Karina, tomando las manos de Winter, y mirándola directamente a los ojos.

A pesar que el raciocinio de Winter le gritaba en su cabeza que no era una buena idea, una fuerza vibrante y caliente que nacía en su interior, la hizo asentir, y seguir a Karina dentro del apartamento.

Sin hablar ambas entraron dentro del ascensor, para subir hasta el sexto piso donde vivía, el ascensor estaba algo dañado, por lo que tardo mucho en empezar a subir.

-Si esto fuera una novela cursi, esta es la parte donde la pego contra la pared del ascensor y le rompo la boca con un beso.- Exclamo Karina, mientras miraba como los números del ascensor, cambiaban muy lentamente.

Winter se sorprendió ante las palabras de Karina, pero la misma fuerza que la hizo estar allí, le permitió responderle.- ¿Por qué pasaría solo en una novela cursi?

-Simple, en primer lugar, seis pisos son demasiado poco para besarte, y en segundo lugar, en mi piso vive la mujer que más adoro en este mundo, y puede vernos.- La respuesta de Karina hicieron que para su sorpresa Winter pudiera sentir una punzada de celos, para ella fue obvio que tenia novia, y vivía con ella.

Las puertas del ascensor se abrieron y una niña hermosa de unos ocho años, piel trigueña con rulos, corrió a los brazos de Karina.- ¡Tía Vale! ¿Dónde estabas? Es lunes popular, y mi papa y yo iremos a ver una película ¿Quieres ir?- Le pregunto la niña emocionada al tiempo que Karina la cargaba.

-Estoy bien mi princesa, yo estaba trabajando... me gustaría ir, pero hoy invite a mi amiga a comer.- Le contesto Karina, mientras la besaba en la frente y se la daba a un hombre joven, de máximo veinticinco años, trigueño al igual que la niña con cabello corto tipo militar.

-Kari, préstame quinientos Wones, en el cine no sirve el lector de tarjetas, y todos los telecajeros estaban inservibles.- Le dijo el chico mientras con se acomodaba el bolso rosado de la niña.

-Toma mil, después cuadramos.- Le contesto Karina, mientras le daba el dinero al chico.- Mil disculpas señorita Winter, este súper papa es Jungkook, mi vecino, y esta hermosa cachetona es el amor de mi vida… Wendy.- Termino de decir mientras pellizcaba juguetonamente los cachetes de la niña.

-Mucho gusto, yo soy Winter.- Les dijo la agente mientras extendía su mano hacia ellos torpemente para saludarlos.

-Mucho gusto.- Exclamaron padre e hija casi al unisonó mientras se metían al ascensor.

la detective🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora