Día 4. Sueño del acuario

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Se escucha el eco de dos voces alejadas. Una imagen borrosa de manchas de colores que se mueven por todas partes. Mientras las voces se acercan se vuelven más fáciles de reconocer, sin duda eran conocidas para Denji, quiere encontrarlas. Aquellas manchas de colores comenzaron a volverse más nítidas y el ambiente se inundaba con una luz azul verdosa cálida.

Algunas de las manchas eran ágiles peces, otros lentos y cautelosos, y otros se escondían si caminabas cerca, un grupo en particular captó su atención, nadaba cerca de donde estaba parado así que Denji se acercó intentando tocarlos, pero su mano chocó con el cristal del acuario y los peces siguieron su camino sobre el techo. Mientras los observaba escucho aquellas voces llamarlo por su nombre, volteo instintivamente a verlos y eran Aki y Power, o al menos versiones infantiles de ellos. ¿Cuándo fue la última vez habían estado los tres juntos? Habían pasado ya casi dos años. Ya empezaba a olvidar sus rostros.

—¡Denji ven rápido! —grito Power muy entusiasmada.

—¡Power quiere ir a ver los tiburones tigre! —comentó Aki mientras le hacía señas a Denji para que se apurara.

Denji dio unos tres pasos caminando antes de empezar a correr hacia ambos. En cuanto los alcanzó protestó por lo de los tiburones, él quería ir a ver primero a los pingüinos. Eso no le gusto a Power y empezó a querer pelear con Denji.

—Mejor veamos a los pingüinos, son los animales más adorables que existen.

—¡No quiero! —grito Power —. ¡Aki dijiste que veríamos a los tiburones!

Ambos estaban forcejeando así que Aquí tuvo que separarlos antes de que hicieran un alboroto.

—Lo siento Denji, pero tenemos que ver a los tiburones primero.

—Pero...

—Power te ganó —dijo Aki mientras veía una ligera desilusión en Denji—. No te preocupes los veremos más tarde, tenemos todo el día para recorrer el acuario, no es como si los pingüinos fueran a salir volando de su recinto.

Denji aceptó de mala gana mientras Power saltaba de alegría. Aún había mucho que ver en el acuario y las mantarrayas estaban antes de llegar a los pingüinos por lo que tendría esperar un poco más. Los tres están caminando la siguiente sección mientras Power y Denji se distraen continuamente mirando los peces. Se detuvo para observar a un banco de peces plateados cubriendo el techo, parecían uno de esos papeles holográficos. Aki llamó a Denji para que fuera rápido con ellos. Había un adulto que no podía reconocer junto a ambos. Teniendo una cámara en la mano y haciendo señas para que se apurara Quería tomarle una foto a los tres juntos.

Y se fueron a ver los tiburones.


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Estuvo dando vueltas en la cama mientras dormía. Cuando despertó vio a los perros acurrucados del lado de Nayuta. Un rayo de luz del exterior irrumpía la oscuridad de la habitación y el reloj en la pared marca las tres y diez de la madrugada. Aún adormecido por el sopor Denji se sentó en la orilla de la cama. Ese sueño se sintió demasiado real, como un recuerdo de la infancia bastante vivido a diferencia de estar ahí sentado con un sentimiento de vacío y sus sentidos embotados que apenas le permitían moverse torpemente.

Lagrimas recorrían sus mejillas mientras miraba el rayo un rayo de luz que entraba por la ventana, era un llanto silencioso acompañado de una profunda sensación de culpa. Aunque ha pasado un año completo desde que Aki y Power murieron y sigue sintiendo un enorme vacío en el pecho.

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