Intento dejar de pensar en eso pero no puedo, ni siquiera pude hacer la tarea, tome la decisión de acostarme e intentar dormir, pero después de dar mil vueltas en la cama tome la decisión de ir a montar, eso siempre me relaja.
Estoy vestida con una polera de tiras y unos pantalones cortos color lila (así es mi pijama, me siento cómoda), me pongo una bata color crema y una zapatillas, abro la puerta lentamente y salgo, bajo al salón principal y salgo de casa, justo cuando pienso que nadie me vio siento unas manos en mi hombro y salto no solo por el susto sino por le descarga eléctrica que sentí. Me volteo y veo a Cristian con una sonrisa.
-Dios que susto me diste- le digo intentando relajarme.
-lo siento, no era mi intención. ¿No crees que es muy tarde para salir y más vestida de esa manera? ¿A dónde ibas? ¿Tus padres lo saben?- me pregunta.
-voy a montar, mis padres no lo saben y ¿Qué te importa como este vestida?- le pregunto malhumorada. Suelta una leve carcajada
-no deberías responderle así a tu futuro marido- me dice con toda su calma. Subo una ceja, menudo idiota el que tengo en frente de mí.
-no me importa además no puedo dormir y montar siempre me ha ayudado a conciliar el sueño-
-¿Te puedo acompañar? No quiero que nada te pase-me dice. Mi corazón se acelera cuando escucho la última frase.
-está bien, sígueme-
Cuando llegamos a las caballerizas me doy cuenta que está mirando a negro, un caballo negro enorme y muy hermoso, según me padre es un percherón, es algo esquivo, mi padre lo atrapo algunos meses atrás pero no lo ha podido domar.
-no te lo recomiendo, no lo han podido domar, si quieres puedes montar a blanco o a mancha son caballos muy dóciles- le digo.
-no, quiero a ese caballo ¿Cómo se llama?-
-negro, pero de verdad no está domado y es algo mañoso y peligroso-
-no me importa, me gustan los desafíos-
-está bien, pero ya te la advertí- le digo. Abro el cubículo muy despacio y saco a negro, ahora se viene lo difícil poder colocarle la montura.
-no espera, no le pongas montura, lo quiero montar a pelo- me dice
-¿Seguro?- pregunto asombrada. Mi dice que si con la cabeza. Le entrega la cuerda, y solo puedo mirar cómo se miran y para mi sorpresa cuando Cristian monta a negro el no hace nada, solo se dejó dominar por este hombre. Guau es lo único que digo. Termino de arreglar a luna, la monto y salgo en dirección a la laguna
-¿A dónde vamos?-
-a la laguna, es un lugar hermoso y muy tranquilo- le respondo con una sonrisa.
Al llegar, bajamos de los caballos y los amarramos a unos árboles. Me siento en suelo húmedo dándome un escalofrió. Cristian se sienta a mi lado admirado la vista.
-¿Te gusta?-
-me fascina pero más me fascinas tu- dice como si nada.
Le quedo mirando esos ojos grises y me pierdo en ellos. Siento su mano en mi mejilla y un escalofrió recorre mi cuerpo. El parece darse cuenta y sonríe. Cada vez la distancia se hace más pequeña, cierro los ojos y ciento sus labios en la míos. Es un beso tierno al principio pero poco a poco se convierte en un beso apasionado gimo en su boca y el aprovecha para meter su lengua y juntarla con mía, en este momento solo me dejo llevar pero nos separamos por falta de aire. Cuando miro sus ojos arden y yo me quedo con ellos, mi piel está caliente igual que mis mejillas.
-lo siento si fue muy rápido, pero desde que me dijiste que era un salvaje tenía ganas de besarte- me dice.
-lo siento, estaba enojada por el baño gratis de barro que me diste, en realidad no te conozco lo suficiente para saber si eres un salvaje- sonrío tímidamente.
-solo se lo tienes que preguntar a mis padres y ellos te dirán que si- sonríe tristemente. Llevo mis brazos alrededor de mis piernas y le pregunto
-¿Por qué?-
-¿Por qué qué?-
-¿Por qué eres así?-
-soy una persona con problemas, me enfado muy fácilmente y de alguna manera tengo que botar mi ira, y la única forma es peleando o rompiendo cosas-
-eso no es bueno, ¿has buscado alguna forma de frenar esa ira?
-sí pero solo duran un par de meses, ese es otra de las razones de porque estamos aquí- lo mira extrañada - quieren ver si la tranquilidad del campo me relaja, pero en realidad estar así contigo me relaja, eres como una droga-
-gracias, aunque no creo que sea una droga-
-¿Hay algún hombre en tu vida? ¿Te has enamorado?- Preguntas difíciles de responder, tomo aire, animo Ana debes poder hablarlo con alguien me dice mi subconsciente.
-la verdad sí, pero no termino bien, sufrí mucho, de hecho aún sufro. Aunque eso haya pasado hace años- respondo tristemente recordando el pasado.
-¿Qué fue lo que paso?- oigo en su voz algo de rabia ¿Por qué será?
-no quiero hablar de eso ahora, no quiero llorar de nuevo-
-está bien pero solo si me prometes que me contaras-
-está bien, lo prometo pero más adelante ¿Si?- digo levantando la mano logrando que ambos riamos.
-creo que es hora de volver, tienes escuela en una horas más, ya que si no te has dado cuenta ya son las 3 de la mañana- me dice en tono burlón
-no me digas, volvamos entonces- digo sorprendida y a la vez entretenida. ¿Qué me pasa con este hombre?
EL CABALLO DE RAZA PERCHERON, SON ENORME Y TAMBIÉN SE CONOCE COMO CABALLO CHILENO, SOY DE CHILE POR ESO MENCIONE ESA RAZA, SOLO POR SI NO LO SABIA
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Grey-Steele: Juntos Por El Destino (EDITANDO)
Romance¿Qué hubiera pasado si Cristian y Ana se conocen de otra forma? Ella una adolescente de 17 años, tierna pero con carácter El un joven de 23 años, considerado por su familia como un rebelde ¿Qué pasaría si Ana se entera de la existencia de Cristian 2...