CAPITULO 10

15.2K 834 7
                                    

POV ANASTASIA

Siento los rayos de sol en mi cara, además de un calor terrible. Abro los ojos lentamente intentando adaptarme a la luz de la mañana. Me intento mover pero hay algo que lo impide y me doy cuenta que son los brazos de Cristian. Cuando miro donde estamos me doy cuenta que seguimos en la laguna. No sé en qué momento me quede dormida y por lo que veo el también.

Con una de mis manos le acaricio la mejilla, se queja y se mueve pero no despierta. Tomo el valor y le comienzo a dar pequeños besos en su barbilla y mejilla hasta que observo que empieza a abrir esos hermosos ojos grises. El me mira y sonríe dándome un casto beso en los labios.

-buenos días preciosa, no quiero romper este momento- me dice con una sonrisa –pero, ¿Nos podemos levantar? Mi espalda me está matando- Me paro de inmediato, pobre soporto toda la noche el peso de mi cuerpo y sumándole a eso que no era una posición muy cómoda. No soy capaz de mirarlo por mi culpa esta adolorido.

-oye no te de vergüenza, me gusta tenerte en mis brazos, solo que la próxima vez buscamos una mejor posición, ¿Si? - le pego en el brazo y ambos nos reímos.

-creo que debemos volver, lo más probable es que se dieron cuenta que no estamos- me dice.

-puede ser- miro donde esta luna y me doy cuenta que también esta Negro, él se da cuenta de lo que veo.

-lo siento, pero de verdad me encanta ese caballo, y al parecer le caigo bien. El me trajo a la laguna- dice con una sonrisa.

-no importa y agradezco que lo hayas hecho, necesitaba a alguien- le digo levantando los hombros.

-puede contar conmigo siempre, siempre estaré para ti. Te quiero- ¡Ay Diosito! No puedo creer que en menos de 3 días alguien me pueda querer, pero la verdad a mí me pasa lo mismo.

-yo... yo... también... te quiero- lo digo en un susurro.

Se acerca a mí y nuestras miradas se encuentran gris contra azul, se acerca aún más y nuestros labios se juntan en un beso lleno de amor mezclado con pasión, siento que nos movemos hasta que siento algo duro en mi espalda y siento que es el sauce pero también siento algo en mi vientre, ¡Ay por Dios! Lo que siento es su erección. Cuando nos separamos por falta de aire, mis mejillas arden, ¿Cómo es posible que una niña como yo pueda excitar a un espécimen como él?

-si no salimos de aquí, te hago mi mujer en este momento- me dice con voz ronca.

Yo no soy capaz de decir nada, solo opto por desamarrar a luna y montarla para volver a la casa grande. El hace lo mismo con negro. Como es día podemos ver mejor la haciendo en su mayor esplendor.

Vamos de regreso por un caminito y a cada lado arboles enormes. Cristian va detrás de mí, observando el paisaje. Le explico que la laguna queda en medio del bosque, y que al final del bosque se encuentra la casa grande. También como a dos minutos de casa grande esta la bodega, donde se guardan los granos, frutas, vegetales, huevos, quesos y un montón de cosas para cocinar y comer. A unos 600 metros se encuentran algunos galpones donde se guardan animales como ovejas, vacas, cabras y aves. Y unos 100 metros más esta las caballerizas. También hay un gallinero algo rustico donde están algo así como 30 gallinas y 2 gallos muy hermosos.

También le explico las dimensiones de la haciendo, tiene aproximadamente 300 hectáreas de las cuales 100 las compone el bosque, 20 para terrenos donde vivimos, 60 de ellas para pastoreo de animales y las restantes para cultivo tanto de plantas como de árboles.

Le cuento que en la época de cosechas mi hermano y yo participamos como recolectores, mi padre nos paga como si fuéramos trabajadores, y la paga no es mala. Le cuento que mi padre tiene 2 hectáreas donde cultiva viñas, y que tiene una industria artesanal donde obtiene el vino que bebió anoche. El mira y no puede creer lo que le dijo. Y en realidad está haciendo da mucho más de la que la gente puede imaginar.

Cuando vamos llegando a las caballerizas y bajo de luna, siento unos brazos y al voltear me encuentro con Nani y me doy cuenta que ha estado llorando.

-no vuelvas a desaparecer de esa manera, me diste un gran susto. Por Dios mi niña, saliste sin avisar. Tus padres y tu hermano están muy preocupados- me regaña mientras se limpia una solitaria lagrima que rueda por su mejilla.

-lo siento, no me sentía bien, y la cama no es buena consejera-

-y ¿Por qué no me buscaste?- dice algo ofendida.

-lo siento, sabes que la laguna me ayuda-

-pero aun así me doy cuenta que has llorado mucho, tienes los ojos hinchados y rojos- se da vuelta y mira a Cristian -gracias por cuidar de ella, a veces no se da cuenta las tonterías que hace-

-no te preocupes Nani, ya está de vuelta y eso es lo que cuenta- dice.

Cuando volvemos a la casa, mis padres no están esperando en la puerta. Voy tomada de la mano con Cristian. Ese gesto hace que mi confianza crezca. Cuando llego a la entrada el primero en correr hacia mí es mi padre. Me abraza y me dice que se arrepiente de lo que dijo, que eso no era verdad, que se dejó llevar por el momento. Luego sigue mi madre y mi hermano, ambos me dicen que no lo vuelva hacer que los asustaron muchos. Mi hermano como siempre me pega en el brazo para después dándome un abrazo de oso, se siente también, nos alejamos y ambos sonreímos. Por último, los Grey también me abrazan y entramos a la casa.

Grey-Steele: Juntos Por El Destino (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora