Por Qué Estamos Luchando -COMPLETO-

Capítulo 4: 4 Él tiene a todos descubiertos, excepto

Él tiene a todos descubiertos, excepto a ti

La primera semana de clases había pasado sin incidentes, salvo para el pequeño espectáculo de Pansy el lunes. Los niños todavía se reían de lo pálido que estaba su trasero, ya que era realmente lo único que alguien veía. Hermione todavía se sentía mal por la niña Slytherin, pero solo un poco. Pansy fue más que un poco culpable de años de acoso, y una pequeña parte de Hermione estaba encantada de que la niña probara su propia medicina.

Harry Potter era todo un enigma para Hermione. No recordaba haber conocido a alguien tan socialmente retrasado como ese chico. Era muy inteligente, eso era seguro. De hecho, él la había ayudado en sus pociones y ensayos de encanto, señalando algunas cosas que ella no sabía. También era extremadamente talentoso con su trabajo de hechizo.

Pero cuando se trataba de personas, Harry Potter era tímido de ser un cretino. No tenía filtro de su cerebro a su boca, y solo decía lo que estuviera en su mente. Esto, por supuesto, había causado más de unas pocas situaciones muy divertidas, especialmente con los maestros. Harry había cuestionado en más de una ocasión los métodos de enseñanza, y en Charms había ido tan lejos como para afirmar que Flitwick estaba mostrando a la clase una forma terrible de realizar un hechizo. Flitwick, tan buen carácter como siempre había permitido que Harry expusiera, y al final le otorgó a Gryffindor cincuenta puntos e invitó a Harry a almorzar para que pudieran discutir el tema más a fondo.

Snape, por otro lado, no apreció la ayuda de Harry. Hermione había tratado de hacer que Harry dejara de hablar, pero había sido en vano. Harry insistió en que Snape estaba enseñando a todos la peor manera posible de lanzar una maldición de conjuntivitis. Hermione tuvo que admitir que el camino de Harry era más rápido, y sorprendentemente más preciso, pero Snape se negó incluso a considerar que Harry podría tener razón.

Se corrió la voz rápidamente en toda la escuela de que Harry realmente se enfrentaría a Snape, y a menudo cuestionaría sus métodos. Sin embargo, cuando se le preguntó a Harry al respecto, simplemente miraba fijamente a quien estuviera hablando con él. Harry no lo vio como levantarse contra el maestro más odiado en la historia de Hogwarts, sino simplemente tratando de ayudar a todos a aprender formas más fáciles y precisas de lanzar hechizos defensivos.

Hermione, como muchos otros, comenzaba a preguntarse cuánto más permitiría Snape antes de desafiar a Harry a un duelo. La mayoría de la gente apostaba a que antes de Navidad, habría un espectáculo.

Hermione estaba reflexionando sobre quién podría ganar en un enfrentamiento mientras estaba sentada en su silla favorita en la sala común de Gryffindor el sábado por la tarde. Un libro estaba abierto en su regazo, sus ojos miraban las palabras, pero su mente estaba de vuelta en la clase de Defensa, donde le preocupaba que Snape explotara y atacara a Harry directamente.

Hermione también estaba teniendo dificultades para creer que Harry era en realidad su amigo. Ella había esperado que ahora, él se hubiera olvidado de ella y comenzara a andar con chicas mucho más bonitas. Aún más confuso fue el hecho de que Lavender Brown, quien, aunque en realidad no había sido mala con ella como su estúpido novio con cabeza de jengibre, tampoco había sido amable con ella, había hecho un punto para tratar de pasar tiempo con ella. Su otro compañero de cuarto, Parvati, también había sido mucho más amigable. Las dos chicas incluso habían hablado con ella fuera de su dormitorio, donde otras personas podían verlas, y habían sido amables con ella.

Lavender afirmó que esperaba que algún día pudieran ser amigos, pero entendió que tenía que trabajar para eso. Hermione, aunque no lo había dicho en voz alta, estuvo de acuerdo. Había sufrido demasiado a manos de personas dentro de la escuela para permitir que las personas se acercaran a ella, con la excepción de Harry.