Por Qué Estamos Luchando -COMPLETO-

Capítulo 26 Usted Tiene un Plan

Tienes un Plan.

Hermione se despertó cuando el sol comenzó a mirar por la ventana en la Sala de Requisito. Respiró por mucho tiempo mientras se estiraba y se sonrió cuando sintió el brazo de Harry, que estaba cubierto sobre su cintura, la apretó un poco más. Ella se relajó en su medio abrazo y suspiró con satisfacción. Pensó brevemente en volver a dormir, pero sabía que eso no iba a suceder. Nunca había podido desperdiciar el día por así decirlo. Además, hoy fue el funeral de Dumbledore.

Rápidamente dejó de lado ese pensamiento y comenzó a pensar en todo lo que había sucedido la noche anterior. Harry la había aclarado sobre su relación física, y estaba muy agradecida por ello. Tenía razón. Si bien ella quería profundamente dar el siguiente paso con él, anoche habría sido el momento equivocado. Todas sus emociones estaban confusas debido a lo que había estado sucediendo, y tenía miedo de nunca tener la oportunidad de hacer el amor. Ella había dudado de él, y eso estaba mal. Si alguien podía derrotar a las fuerzas oscuras, era el hombre que todavía estaba durmiendo a su lado. Ella había visto de lo que él era capaz. Lo había visto por sí misma en varias ocasiones. Harry iba a ganar. Fue así de simple.

Hermione se dio la vuelta, así que se enfrentó a su novio y simplemente miró su cara. Estaba tan relajado como siempre, sin dar ninguna pista de con qué podría estar soñando, o incluso si estaba completamente dormido. Incluso después de todo este tiempo, todavía era difícil de leer. Se preguntó si alguna vez lo sabría.

Esto la llevó a imaginar el futuro. Despertarse en un día como este con los brazos envueltos alrededor de ella de manera protectora, y el sonido de los niños metiéndose en travesuras. Hermione suspiró ante la imagen mental que estaba pintando con Harry abriendo los ojos y suspirando, sabiendo que tendrían que levantarse para asegurarse de que sus hijos no destruyeran la casa, y luego prepare su desayuno antes de enviarlos a jugar. Luego sonrió ampliamente ante la idea de enviar a sus hijos a Sirius para ser observados mientras ella y Harry iban de compras por el día. Le encantaba la idea de que Sirius no pudiera controlar a dos o tres niños, especialmente después de entrenar tan bien a Harry. Un castigo apropiado hasta cierto punto.

En realidad, Harry respiró hondo casi como si estuviera despertando, pero su rostro sigue siendo el mismo, y no hizo ningún movimiento. Hermione esperaba que todavía estuviera durmiendo, ya que ella realmente no quería levantarse todavía. Fue un momento demasiado perfecto para ella, y ella realmente no quería volver al mundo real todavía.

Hermione continuó observando mientras Harry dormía, y sus ojos se desviaron hacia la cicatriz del rayo en su frente, que parecía casi fresca. Enojado y rojo contra su piel de color claro, casi como si todavía estuviera sanando. Hermione pensó que era probablemente un subproducto de la magia que lo creó. Quizás nunca se desvanecería.

Recordó que Harry le contó cómo esa cicatriz había tenido una vez una parte del alma de Voldemort. Se preguntó de brazos cruzados cómo podría haber sido. Si el fragmento del alma había sido consciente, y consciente de que estaba viviendo dentro del niño, había tratado de matar, o si había estado inactivo todo ese tiempo hasta que fue eliminado. Se preguntó si había afectado a Harry de alguna manera. ¿Había estado sanguijuela su magia como una especie de parásito? Ella se estremeció un poco ante la idea de tener algo así, y ser incapaz de deshacerse de él.

Esto solo fue para demostrar una vez más lo fuerte que era Harry y lo equivocada que estaba para dudar de él.

Acurrucándose más cerca de él, Hermione comenzó a pensar en cuánto había cambiado su vida en menos de un año. Al comienzo del año, había abordado el tren esperando otro año de tormento y ridiculización a manos de las personas que habían pasado los últimos cinco años haciéndola miserable. Todo eso cambió cuando se sentó en el mismo compartimento donde Harry, parecía un montón de trapos negros que habían estado tratando de dormir.