OO2 。:.゚ヽ

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[ Acto n°1 — Capitulo OO2 ]

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[ Acto n°1 — Capitulo OO2 ]

( Dejando de ser niñitas indefensas )

RANPO SE HABIA REHUSADO a ser aprendiz de Fukuzawa en sus clases de artes marciales. Dijo que era algo innecesario para el, debido a que los demás lo protegerían o el tenía la capacidad de librarse de las cosas a su manera sin la necesidad de gastar su tiempo en aquellas clases, poniendo en riesgo su poca condición física que lo hacía cansarse y ser un tomate ante el menor esfuerzo.

Fukuzawa se movía con calma y movimientos sumamente fluidos esquivando a las dos menores que trataban de quitarle los dos cascabeles que tenía en su cinturón el mayor mientras eran observadas por Ranpo, el cual solo estaba comiendo dangos.

Cuando Jane estubo apunto de tocar un cascabel, Fukuzawa la agarro de su brazo extendido tirandola hacía el piso. Luego siguió Yosano, quien terminó en el suelo ante una barrida del mayor.

— Oye Fukuzawa ¿Estás al tanto que ninguna tiene una condición física que ayuda en otra cosa que no sea correr? — Hablo la pelirroja girando para quedar boca arriba aún tirada en el piso de madera.

— De pie, vamos con patadas.

— ¡No me ignores!

— Creo que si vale la pena ver esto.

— ¡Tu cállate vago diabético!

Parecía ser que Yosano no tenía la suficiente confianza para poder hablar aunque sea para algo leve. Parecía ser que lo que le habían hecho pasar la había dejado marcada de una forma ciertamente grave y asesina como para dejarla en aquel estado.

— El entrenamiento será de cinco horas todos los días ¿Entendido? Va a ser extenso pero va a dar resultados, estoy seguro de ello.

Fukuzawa era un verdadero maestro en las artes marciales. Jane apostaba que solo había hecho Kendo en su vida pero parecía ser que estaba equivocada; podía identificar movimientos de Kung Fu, judo, Jiu Jitsu, karate, aikido. Parecía ser que tendrían un entrenamiento exhausto y matador.

Ranpo había salido del dojo. Solo estaban ellos tres.

— Yosano, tienes que girar el pie de base al momento de pegar. Jane, tienes que hacer más fuerza con ayuda de la cadera.

¿en qué momento se les ocurrió que era buena idea hacer algo que nunca antes habían hecho? Y solo para ver feliz a Fukuzawa con la Agencia de Detectives Armados.

Habia pasado solo un mes y ambas niñas podían estar seguras de que sabían hacer diversas patadas, defensas, habían mejorado con sus puños y también con el uso de espadas

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Habia pasado solo un mes y ambas niñas podían estar seguras de que sabían hacer diversas patadas, defensas, habían mejorado con sus puños y también con el uso de espadas. Sin embargo, Fukuzawa se había dado cuenta de la habilidad de Yosano con los puños y de la de Jane con las patadas.

— Yosano.

— ¿Si?

— ¿Cuando crees que Fukuzawa nos enseñe a usar más armas? Dijo que no solo usaríamos espadas, si no que nos enseñaría a usar de todo para poder ocupar todo como un arma.

— Tienes razón. Aunque a mí me llama más la atención un machete que la espada en si.

— A mi el bambú y los shuriken.

Ambas niñas se encontraban en calentamiento. Yosano golpeaba el saco de boxeo frente ella mientras que Jane golpeaba un hombre de madera que le ayudaba a entrenar sus patadas.

No fue hasta que Jane se vio envuelta en unos brazos con bastante fuerza, en que estaban bajo ataque y no habían percibido auras enemigas.

— ¡Jane!

— ¡Trae a Fukuzawa!

Jane metio su mano forzando un espacio entre el brazo derecho del hombre y su cuello para luego impulsar hacía delante liberandose de ambos brazos. Se preparó y pego una patada hacía atrás; mientras que Yosano se acercaba, desviando un puño directo en dirección a su cara para proporcionar un puño directo en nariz y parte del labio superior.

Aprovechando que el hombre había retrocedido, Jane aprovecho para pegar una patada de gancho por la izquierda de la cabeza del misterioso a la vez en que Yosano pegaba un gancho en el lado derecho de la cabeza del hombre. Ambas terminando luego con una patada frontal en el torso.

— ¡Cielos! ¡Fukuzawa, entrenaste bien a estas niñas!

— Buen trabajo en equipo, Jane, Yosano. — Les sonrió a cada una mientras se acercaba al desconocido y lo ayudaba a levantarse, quitándole su máscara una vez ambos se encontraban frente a frente. — El es Fukuchi, un viejo amigo que se ofreció a ayudarme con su entrenamiento.

— Creo que ya son máquinas asesinas de todos modos ¿Sabes?

Ranpo apareció detrás de Fukuzawa con un dango en mano, en dónde solo se podían ver la esfera de color blanco y verde. Jane lo miro fijamente para luego ver al hombre que fue presentado como Fukuchi.

Los niños junto con los dos mayores se centaron en medio del dojo. Fue así como Jane conoció la historia de ambos hombres frente a ella y fue así también como sintió una leve admiración por el hombre que acababa de conocer. Para ella parecía ser un hombre fuerte y gracioso, un gran amigo de su ahora tutor.

¿Pero por qué había sentido esa admiración en primer lugar? Fue lo que se preguntó. Fue Ranpo a su lado izquierdo, quien la estaba mirando por el borde de sus ojos analizando su reacción a cada minuto que pasaban escuchando las historias de ambos adultos el que se dió cuenta de los sentimientos que su compañera empezaba a tener.

« Era obvio que sentiría esa especie de conexión, empatía o admiración por Fukuchi. Estamos hablando de alguien que sigue actuando así después de pasar por situaciones que dejarían fuertes secuelas psicológicas en las personas. Ella debe de admirar eso al ser aún incapaz de hasta hacer una línea o una persona de niño de preescolar. »

Los pensamientos de Ranpo, su análisis, no era incorrecto para sorpresa de nadie. Tan solo con poder ver un leve brillo en esos ojos que tanto lo molestaban pudo ser capaz de llegar a una rápida conclusión.

𝐏𝐑𝐈𝐃𝐄 & 𝐏𝐑𝐄𝐉𝐔𝐃𝐈𝐂𝐄, 𝚁𝚊𝚗𝚙𝚘 𝙴𝚍𝚘𝚐𝚊𝚠𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora