Renunciar -HIATUS-

Capítulo 10

A / N: Hola a todos! Echa un vistazo a la discordia HAPHNE #fanart para ver las ilustraciones de mi esposa. Como siempre, ¡gracias a quienes revisan, favorecen, siguen y PM! ¡Nos vemos la semana que viene!

Descargo de responsabilidad: no tengo nada. ¡Simplemente feliz de estar aquí!

Capítulo 10

El 6 de julio de 1993, apareció en la pantalla. Harry entró en la sala de estar para encontrar a Sirius y Andrómeda hablando con una mujer más joven con vibrantes ojos violetas y cabello puntiagudo rosa chicle. La mujer estaba masticando chicle, en voz alta, y soplando burbujas mientras asentía ocasionalmente. Ella fue la primera en notar la presencia de Harry.

"Wotcher, Harry."

"Uh, hola?"

"Harry," Andrómeda sonrió e indicó a la mujer. "Esta es mi hija, Nymphadora."

"Ugh! Es Dora o Tonks, mamá."

"Si lo dices, Dora", sonrió Andrómeda.

"Qué hay de Nym? O Ninfa?" Sirius cacareó, lo que se convirtió en un grito cuando Tonks le disparó un hechizo punzante. "Está bien! De acuerdo!"

Tonks ignoró a Sirius y dio un paso adelante, evaluando a Harry.

"Entonces, quieres pasar por el programa de entrenamiento de Auror?"

Harry asintió.

"No parece que se las arreglara la primera media hora", se volvió Tonks hacia Sirius.

"Me las arreglaré", declaró Harry firmemente.

Tonks tarareó. "Necesitaré ver con qué estoy trabajando."

"Basamiento", Sirius golpeó su pulgar sobre su hombro. "Ahí es donde está el anillo de duelo."

"Piensa que puedes manejarme, Squirt?" Tonks se burló.

Sirius resopló. Harry molió los dientes y trató de no dejar que su frustración se mostrara.

"Puedo mantenerme solo."

"Quieres hacerlo interesante? Una apuesta, ¿quizás?"

"En serio, Dora?" Andrómeda regañó.

"Diez galeones te golpeo en menos de un minuto", Tonks extendió su mano con expectación.

Probablemente me estén molestando, Harry pensó en irritación. Pero Merlín sabe que no voy a dejar que esta mujer me haga el ridículo. Tengo que demostrarme a mí mismo. Entonces, voy a durar al menos un minuto.

"Estás en."

"Vamos entonces", guiñó el ojo Tonks y se fue escaleras abajo.

Sirius sacudió la cabeza y se rió sombríamente.

"Buena suerte, cachorro. Lo vas a necesitar."

Los cuatro bajaron al sótano donde se instaló un área de pseudo entrenamiento y un anillo de duelo. Los maniquíes alineaban las paredes al igual que una variedad de armas y tomos polvorientos. Tonks caminó con facilidad practicada, un brillo depredador en sus ojos mientras se detenía y se volvía sobre su talón para enfrentarse a Harry.

"No te detengas ahora, Squirt", señaló Tonks a Harry con su varita. "Y no llorar cuando te golpeo."

"Un minuto es todo lo que tengo que durar, ¿verdad?" Harry cuestionó.

Tonks sonrió. "Mamá, ¿puedes quedarte con el tiempo? Solo grita cada quince segundos por mí."

"Por supuesto, querido."