LOSER (Crazy)

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Me miro al espejo y no me reconozco, me he convertido en un demente. Mis manos están manchadas de líquido rojo y no sé en qué momento sucedió.

En la mañana todo estaba en su normalidad. Esperaba la entrega de una escultura de piedra que encargué de Italia. Era demasiado detallada y elegante en color blanco que le hacía resaltar más. Una pieza única y solo yo la pude ganar en la subasta que fue hace una semana.

Estaba limpiando cuidadosamente, como siempre. Así era yo, ordenado y limpio al extremo. No me agradaba que nadie tocara mis cosas si no tenían cubiertos sus dedos con guantes especiales. Incluso yo los usaba para tocarlos o moverlos de un lugar a otro.

De la recamara salió la chica con la que pasé la noche, es otro vicio que tengo. Me gusta dormir con mujeres bellas y obviamente no provienen de cualquier lugar, deben de ser de uno que cuente con buenas críticas. Por lo general siempre son nuevas en su trabajo, no pienso arriesgarme a que me contagien de alguna enfermedad o cosas extrañas.

-No toques nada -le advertí al ver su rostro de sorpresa admirando cada una de mis esculturas.

No me confió así que la vigilo con la mirada. Intenta tocar algo y aclaro mi garganta para darle a entender que la estoy observando. Se gira y me mira, sonrié y se acerca a mí, enrolla sus manos en mi cuello y me besa.

Lo disfruto hasta que abro los ojos al recordar que lleva la misma ropa de ayer, lo que indica que no se ha duchado. Retiro sus manos de mi persona y me separo algunos centímetros.

-Será mejor que te marches, tu trabajo terminó -le indiqué.

Me mira confundida pero asiente y se marcha. Tomo un poco de gel desinfectante y me limpio el cuello y la ropa donde sus manos rosaron. Me siento sucio todavía, opto por una ducha y lo hago.

Al salir me siento limpio, pero mi departamento no lo está. Me colocó mis guantes y regreso a limpiar. No sé cuánto tiempo me toma pero por la luz en la ventana puedo notar que ya es tarde.

El timbre se escucha y sonrió al saber lo que significa. Abro la puerta y en efecto, son los encargados de llevar la escultura. Les pido que entren, los veo algo sucios de la ropa pero ya no importa. Sus zapatos también están sucios y dejan sus huellas sobre mi piso limpio. Frunzo el ceño, eso demasiado molesto. Rezo porque la escultura esté libre de gérmenes y mugre de los cargadores.

Depositan la caja de madera grande y pesada en donde les ordeno. Me dan la hoja para que firme. Lo dudo un poco, seguramente también está contaminada y sucia como ellos. Pero tengo mis guantes y esos me protegen, ya cuando no los necesite los arrojo a la basura y adiós gérmenes.

Al verlos irse me despojo de los guantes y los deposito en la basura. Me colocó otros y me dispongo a limpiar sus sucias huellas de mi piso blanco. Al terminar corro a abrir la caja y observar que todo esté limpio adentro. Afortunadamente la escultura está cubierta de hule y papel.

La dejo así sin tocarla, necesito un baño y es urgente puedo sentir comezón por mi piel y eso me desespera.

La noche llega demasiado rápido. El timbre se escucha de nuevo y también sé de quién se trata. Es la misma chica de la noche anterior. La invito a pasar, ella me abraza y lo permito al oler su cuerpo a limpio. Acaba de ducharse y eso me motiva para esta noche de pasión.

Termino demasiado agotado y me quedo plácidamente dormido.

Mis ojos se abren al amanecer. Giró hacia mi derecha pero ese lado está vacío. Me levanto de un movimiento al pensar en lo que tal vez la chica esté haciendo. Me coloco mis guantes y salgo rápidamente de la recamara.

LOSER (ONE SHOTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora