Sinceramente no recuerdo en que mes o día empecé a verlo con otros ojos, simplemente un día, estaba haciendo mi corte de caja en mi trabajo, y el estaba haciendo su limpieza como cada apertura que le tocaba, trabajábamos en una pizzería, él era un repartidor y yo una cajera, cuando a el le tocaba llegar a las 9:00 de la mañana, a mi me tocaba entrar a las 12:00 del mediodía, había veces que éramos las únicas personas en toda la pizzería aparte de los gerentes, me gustaba verlo cuando le tocaba llenar el refrigerador de refrescos, ver sus brazos como se marcaban por el esfuerzo que asía, cuando le tocaba lavar los trastes, buscaba cualquier pretexto para subir y verlo a él, sus brazos, sus ojos y su sonrisa que toda la vida me ha vuelto loca. Lo más gracioso de todo es que siempre te dicen que el amor llega cuando menos te lo esperas, llega cuando dejas de buscar esa historia de amor y llega inesperadamente.
Creo que si el día de hoy me preguntaran si me arrepiento de haber ido ese día a la fiesta que el me invito diría que no. El y yo no hablábamos, las únicas palabras que cruzábamos era de trabajo y eso era a veces, por que siempre era serio en su trabajo y de repente un día a él le toca entrar a las 9:00 de la mañana y salir a las 5:00 de la tarde y a mí, me toco entrar a las 3:00 de la tarde y salir a las 11:00, ese día sabia que no lo vería, pero en un momento tan inesperado me mana mensaje y me pregunta si quiero ir a una fiesta con él, yo tenía que preguntarle a mis padres, aún era niña de casa y no tenia permitido llegar tan tarde, sin embargo le rogué a mi mama y al final acepto, termine mi turno y pedí un taxi para ir a la dirección que me había dicho.
Llegué y ahí estabas esperándome frente a la puerta, me di cuenta de inmediato que las copas ya se te habían subido demasiado, caminabas tambaleándote y cuando me saludaste tu aliento olía a alcohol por completo, traías una cerveza en la mano y no la soltabas.
Jamás olvidare ese día, mas que nada por que al principio tratabas de besarme y solo negabas con la cabeza cuando nuestros labios estaban a punto de juntarse y te separabas.
Estaba tan nerviosa por que no sabia que es lo que iba a pasar, ese día fue tan divertido, a pesar de que ya estabas borracho y sabia que no te acordarías de nada, y paso, terminamos besándonos, solo recorrías parte de mi cuerpo con tus manos, y solo podía sentir ese tacto tan cálido y torpe por el alcohol.
Estuvimos así por varias horas de la noche, hasta que tu amigo supo que era momento de irnos. Salimos de la fiesta e íbamos riendo, te ibas tambaleando por toda la calle, afortunadamente ya era de madrugada y no pasaba ningún carro, tu amigo y tu me llevaron hasta mi casa caminando, porque estaba super cerca de donde vivía, aun recuerdo que tu amigo una cuadra antes de llegar a mi casa fue por un cigarro y nos dejo sentados en la banqueta cerca de una gasolinera.
Volteaste a verme y me dijiste
-Vamos a mi casa
En ese momento me pareció tan raro que me propusieras eso, pero sabía que eran efectos del alcohol, tu amigo volvió y me dejaron en la puerta de tu casa, yo imaginaba que tu amigo te acompañaría hasta tu casa, pero no fue así ¿Cómo me entere? Por que me marcaste al poco rato ¿Qué me dijiste?
- ¿Quién te llevo a tu casa? – sonabas tan preocupado.
- Tu me dejaste en la puerta de mi casa junto con tu amigo – me empecé a reír por que no imaginaba que estuvieras tan ebrio
- Ya iba a llamar a la policía por que no me acordaba donde estabas – me dijiste arrastrando un poco las palabras
Después de una pequeña conversación la llamada se corto e imagine que se te había acabado la pila, esa noche me dormí con una sonrisa en mi cara y con la curiosidad de saber que pasaría al día siguiente.
Pero nunca pensé que a partir de ese día mi vida cambiaria por completo.
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Hay que perdonar, para volver a amar.
Romance¿Realemte sabemos lo que es el amor? Primero hay que aprender a camonar, antes de empezar a correr.