CAP 22: DOS ENAMORADOS

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Me había llamado princesita, no sabía si era yo o la resaca, pero normalmente me llamaba princesa, no princesita no se cual me gusta más.

-Bueno princesita, tómatelo y a dormir, que tienes que descansar

-Vale

Me lo comencé a tomar, estaba muy bueno, Alex me miraba y podría ser que me estuviese protegiendo, la verdad yo si me veía casada con este hombre, no es como los demás, es atento cariñoso y perfecto.

-¿Ya te lo has tomado?

Dijo cuando vió que sujetaba el bol con desgana.

-Si, ya esta todo.

-Perfecto.

Pero seguía teniendo hambre así que me pusé de pie me acerqué a donde estaba el ordenando el bol y con voz de bebe le dije.

-Sigo teniendo hambre

-Ahh el bebé tiene hambre.

-Si

Dije bajito mientras le miraba poniendo carita de pena.

-¿Y que quiere el bebé?

-Emm, quiero una pizza con forma de corazón.

-Vale, todo por ti princesita.

Alex me dió un besito y empezó a sacar ingredientes, harina, levadura, sal, aceite.., no sabía en que ayudarle porque soy pésima en la cocina.

-¿Te ayudo en algo Pecas?

-Si, mide ciento veinte gramos y remuevelo con los demás ingredientes. 

-Vale, eso puedo hacerlo.

Cogí la harina y la báscula, y comencé a pensarla, cuando ya llegó ciento veinte eche la harina ya medida en el bol, y lo removí con los demás ingredientes.

-Lo estas haciendo muy bien, para ser pésima

-Eres un capullo

-¿A si?, pues me tendré que comportar como tal.

-Y me lanzó harina a la cara.

-¡Que haces imbecil!

Cogí un buen puñado y se lo lancé dejándole completamente blanco, y allí comenzó nuestra pelea de harina; al final acabamos completamente blancos, y entre risas y harina nos besamos.

-Estas guapísima incluso con harina cubriendote entera.

-Tu también  pequitas.

Le comencé a remover el pelo para quitarle parte de la harina, y entonces el me paso su dedo pulgar por la mejilla intentando también apartarla.

-¡No se va la harina está!

-Ya

Nos reimos un rato y  cuando la masa estuvo hecha Alex con cuidado la sacó

-Ya la puedes empezar a amasar

-Vale, esta es la parte que parece más divertida.

El me observaba y yo con la mente más inocente amasando la pizza, me estaba quedando muy bien.

-¿Como que la quieres?

-Con queso, con mucho queso.

-Pues con mucho queso.

-Es que tengo antojo de queso, y tengo la regla así que hoy tendré muy mal humor.

-¿Te duele la tripa?, ¿Necesitas algo?

-Tranquilo pecas no es mi primera regla, y no te tienes que preocupar por nada.

El pareció más aliviado después  mi respuesta y comenzó a echarle tomate a la masa.

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