Sweet little Peonie (Loki Laufeyson)

Las desventajas de estar enamorado

Éste capítulo será narrado desde el punto de vista de Loki, espero que lo disfruten :)
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Qué noche tan difícil. No creí que Peonía llorara tanto pero, ¿por qué? ¿Cuál fue la causa de su llanto? ¿Será que me tuvo lástima? Sea cual sea el motivo, me partió el corazón.
En toda la noche no dejé de pensar en ella, en cómo sería que me entregara todo su cariño. Me encantó la forma en que limpió mis heridas con tanta ternura como nunca nadie lo había hecho antes...
Estoy completamente enamorado de ella, no quiero perderla para nada. Todas las noches imagino como seria poder abrazarla, poder besarla, darle el cariño que se merece, tratarla como la princesa que es... pero tal vez eso nunca suceda. Ella no merece a alguien como yo.

Intenté olvidar todo mi pesimismo mientras caía en sueño, hasta quedarme bien dormido y cuando desperté, estaba decidido a ir con Peonía e invitarla a pasear por el campo.
Me di una ducha y en seguida me vestí lo mas elegante posible. Decidí finalmente que hoy le declaría mi amor, aunque ella me rechazara, tendría que saber enfrentarlo.
Me dirigí a preparar el carruaje y fui a buscar a Peonía, ella siempre se levantaba temprano así que podría estar en cualquier parte del palacio. Busqué y busqué, pero no la encontré, hasta que finalmente la vi venir junto con Frigga y sus amigas. Ella usaba un vestido blanco con detalles rosa y su mirada ahora se veía distinta, sus pestañas eran de color negro pero aun mas intenso. Se veía perfecta, como siempre.
Yo venia caminando con las manos escondidas en mi espalda y me dirigí a ellas.

¿A dónde se dirigen todas ustedes? Bellas damas -dije elegantemente, como siempre.
-¿Cuál es el motivo de su pregunta? -preguntó Elsa con un tono bastante serio. Se nota que estaba dispuesta a alejarme de Peonía.
-Curiosidad, mi bella dama.
-La curiosidad mató al gato.
-Loki, -dijo Frigga ahora- por favor, no es hora de tus travesuras.
-Pero, madre, sólo quiero saber.
-Pues no quieras -intervino de golpe la mas joven de todas, ¿cual era su nombre? ¿Lis?.
- ¡Oh! Me encanta tu forma tan directa de intervenir. -dije con un tono sarcástico y realista a la vez.
-Hijo, te pido a nombre de todas que por favor te retires -todas, menos Peonía. Y era notable, ya que su rostro daba a entender sus sentimientos respecto a esta charla. No quería que me fuera.
-¿Segura que es a nombre de todas? - hice una muy disimulada referencia a Peonía que, aparentemente, sólo ella captó.- Prefiero acompañarlas a dónde sea que vallan, si es que no me van a decir.
-¡Loki, no! -Elsa protestó.
-¡Loki, sí! -contradije a la mayor de las amigas de Peonía.- Vamos, bellas damas, -le dirigí una mirada a la princesa- no hay tiempo qué perder.

Comencé a seguirlas, al parecer se dirigían al salón de fiestas... Ahora que recuerdo, ya estuve ahí, ahí estaban también Odin junto con Thor y otro tipo aparte, ¿cual era su nombre? ¿Asno? Sea cual sea, era un nombre con la letra A.
Cada vez nos acercábamos más, y las chicas estaban muy emocionadas. Y justamente era por la razón que temía: una cita... una maldita cita con el tipo de los vestidos. A pesar de que su arte en corte y confección era mas allá de lo excelente para su corta edad, detestaba a éste tipo, y no sé qué le vio Peonía para aceptar salir con él.
El joven hombre hablaba con Thor y Odin, fue cuando los tres voltearon a ver que ya habíamos llegado, el joven miró a Peonía y ésta le devolvió la mirada, a lo que ambos sonrieron al mismo tiempo. Me hice una ilusión de mi mismo aparentando estar neutral, porque en realidad estaba hecho una bestia furiosa.
Y espero que el tipo no se pase de listo con ella, o habrá un herido.

-Mi bella princesa -dijo tomando su mano, para en seguida besarla. Con eso me bastó para detestarlo aun mas
-Joven Asmund -le dio una sonrisa cálida.
-Qué pareja tan mas encantadora -dije sarcásticamente, haciendo que parezca confuso entre la realidad y mentira.
-Se lo agradezco tanto, príncipe Loki -dijo en serio. Pobre tipo tan ingenuo.
-De nada, joven Asmund -ahora sí se distinguió mi sacrasmo. Qué alegre me siento por eso.
-La llevaré a un paseo por Asgard en carruaje, mi bella princesa.
-Llamame Brigit.
-Creí que te gustaba más que te llamaran ''Peonía'' -intervine una vez más intentando arruinarles el momento.
-Loki, te agradecería que te retiraras por favor -me pidió Peonía de forma cortés. No, querida, no ésta vez.
-Muy grata tu invitación -arqueé una ceja y junté mis manos ahora al frente- pero me niego a aceptarla -rodó los ojos y tomó la mano de Asmund, lo que hizo que se sonrojara y le volvó a sonreír. Cuánto desprecio le tengo a ese joven hombre.
-Será mejor que nos vayamos de una vez, no hay que perder tiempo.
-De acuerdo, vamos -le sonrió encantadoramente, justo como yo suelo hacerlo. No puedo hervir mas en la furia que siento ahora. Estoy harto de ver esto, pero sin embargo lo soporto. Desgraciadamente debo soportarlo.

Ellos se retiraron para ir a su carruaje ya preparado. Verlo llevarse a la mujer que debería estar tomando de mi mano me tenia más que enfurecido. No podía soportar el dolor en mi alma, quería destruirlo todo. No soportaba más verlos juntos, y no tenia por qué seguirlos viendo, así que me retire de ahí ahora con una apariencia serena, mi forma de caminar era como una persona normal y una vez que estaba lo suficientemente lejos como para que alguien me viera o escuchara, solté un grito de furia y dolor que no podía contener más. Ella me tenia como ninguna chica antes me ha tenido: enojado, feliz, tranquilo, agitado, y demasiadas emociones más, todas juntas sucediendome a la vez.
Había pasado tanto tiempo desde que no soltaba un grito así por sentir celos. Y ahora que recuerdo, se siente bastante bien, se siente toda la liberación de tensión y la tranquilidad me invade otra vez. Pero el dolor es tan intenso que no puedo soportarlo más. Me retiré de inmediato a mis aposentos y me encerré ahí dentro toda la mañana. Me llevaron el desayudo, el almuerzo, la merienda, y todo se quedó ahí, intacto. No tenia ni una pizca de apetito.
No fue hasta en la tarde cuando decidí salir de mi encierro, no sin antes enjuagar mi cara cubierta de lágrimas. No recordaba la ultima vez que había llorado así.
En cuanto salí, a la primera persona con quien me crucé, fue a la persona mas cariñosa y comprensiva que he conocido, antes de Peonía, porque el cariño de una madre no se compara.

-Madre -fue lo primero que dije al verla, me acerqué a ella y la estreche con fuerza entre mis brazos, de la misma forma que ella lo hizo conmigo.
-¿Por qué te haz encerrado en tus aposentos toda la mañana? -me dijo suavemente dando ligeras palmadas en mi espalda de forma tranquilizadora.
-Es algo difícil, madre -casi se me escapa un sollozo, afortunadamente no sucedió así.
-Puedes contarme todas tus situaciones -me miró tiernamente, como sólo ella sabe mirar- por mas difíciles que sean.
-Será mejor ponernos cómodos -entrelazó su brazo con el mío mientras la encaminaba a mis aposentos- es una larga historia.

Nos dirigimos al ya mencionado lugar,  le ofrecí una silla para que descansara mientras le contaba mis penas amorosas en torno a Peonía, y ella no podía creer todo lo que le estaba contando.
Le hablé desde el inicio hasta lo sucedido apenas hace unas horas. Temía que me diera un ''no'' por respuesta al contarle todo lo que siento por ella.

-Loki... -se interrumpió y tomó una bocanada de aire.
-Yo sé que alguien como ella se merece a alguien mucho mejor que yo, madre -dije tristemente, a punto de volver a llorar.
-No, -dijo y negó con la cabeza- si tu la amas tanto -me tomó del hombro- deberías decírselo -de acuerdo... ¿acaso me está dando su aprobación? Esto es demasiado bueno para ser verdad.
-¿Estás hablando en serio?
-No voy a mentirte, hijo... los sentimientos no se pueden ocultar, y si lo que sientes es seguro y verdadero debes decírselo antes de que otra cosa suceda.
-Entonces, ¿debo decirle ahora?
-Pero no con brusquedad.
-Bien... le diré en cuanto la vea.
-¿Decirme qué, Loki? -la vi entrar inocente a mis aposentos... olvidé cerrar la puerta. No puede ser, ¿y si ya lo escuchó todo?