Señor presidente [Massa x Milei]

Capitulo 1

Narra Milei

Desperté, me dolía el cuerpo, había una nota en la mesita de luz de allí, la tomé y la leí.

-"Fue una buena noche, luego te contáctare de vuelta, sabes que ésto es por tu reputación, por Myriam"... Agh! La pija de perón y la chupa verga de izquierda!

Derrotado por ésto me quité las sábanas de encima y me senté en la cama, ahora si estaba completamente desnudo, suspiré al ser un imbécil por no traer un cambio de ropa.

-Que puta mierda...

Me levanté con las caderas doliendome un poco y con la cintura algo marcada, me dirigí al baño y me miré al espejo.

-No, no, no, no, no!

Me había dejado dos chupones en el cuello éste imbécil! Salí del baño buscando en todas partes y ví que en el sillón había ropa, al menos había eso! Me puse la ropa y no, no tapaba los chupones, suspiré nuevamente y me puse el saco, me acomodé el cabello y salí hasta mi auto para volver a Olivos, al llegar entré y ví a Sergio sentado en uno de los sillones tomando vino, pero ¿¡Quién mierda se cree!?

-Que hacés acá!?

-Hola señor presidente! -soltó una risa, se estaba burlando de mi-. Estoy bebiendo una copa de vino! Quiere usted una?

-No, quiero que te vayas.

-En serio? No va a almorzar conmigo?

Estaba cansado, lo único que quería era dormir, sin él en la quinta.

-Si, sin vos, andate.

-Bueno, está bien...

Se levantó y tomó su saco que estaba colgado a un lado de la puerta, me miró.

-No olvides lo de Myriam.

No iba a dejarle irse sin decirle la verdad.

-¡Ésa zurda y yo no somos nada! Sólo la soborné.

Sergio lo miró y se rió.

-Ya lo sé, pero la gente se pondrá histérica al saber que usted soborno a Myriam Bregman, y no que estaban en una relación, supuse que usted haría algo así, pero no pensé que fuera real!

Me delaté yo sólo? Miré a Sergio y cerre la puerta, lo miré por una de las ventanas, él se fue... Finalmente.

Cansado por la situación me dirigí a la cocina y miré a las mucamas, necesitaba tiempo sólo.

-Les parece tener la semana libre? Les pagaré el sueldo igual, vayan a sus casas y avisenle a los demás.

Ellas asintieron y se fueron, puse una cápsula en la cafetera y fuí a mi pieza a ponerme ropa mas decente, luego bajé a buscar mí café, lo tomé mientras miraba mi celular, tenía un mensaje de Bregman.

-Que quiere ésta zurda? Ya no debería hablarme más.

"Me prometiste algo, no?"