Chenle se limpió las manos sudorosas en sus jeans y tragó saliva, mirando la puerta del departamento de Jisung.
Tendría que haberse negado.
Debería haberse negado cuando Irene lo sugirió. Al principio había estado nervioso y avergonzado cuando Irene le había dicho que sabía sobre el beso. Aparentemente, Jisung siempre le contaba todo. Cómo el novio perfecto que él era.
Chenle no estaba seguro de por qué le molestaba tanto - por lo menos eligió no examinarlo muy de cerca. Hasta su conversación con Irene, había estado tratando de no pensar en el beso, y la oferta de Irene había sido un choque para él.
Al parecer, ella - y Jisung - querían un trío. Un verdadero trío. Un trío en el cual él podría tocar a Jisung y Jisung lo tocaría.
Chenle había estado tan asustado que dio su consentimiento sin pensarlo. No fue su momento más brillante.Maldita sea, esto tenía escrito mala idea por todas partes. Tendría que haberse negado. Porque realmente le gustaba Irene.
Y él no confiaba en sí mismo, no después del beso.Deja de ser un cobarde, murmuró Chenle y golpeó.Mientras esperaba, se volvió cada vez más consciente del tubo de lubricante en su bolsillo. ¿Presuntuoso? Tal vez. Tal vez no.
La puerta se abrió. Irene se quedó allí, vestida con un delgado camisolín blanco.
"Hola", Irene dijo con una sonrisa.
Chenle devolvió el saludo y le dio un beso en la mejilla.
Ella cerró la puerta, tomó su mano y lo llevó hasta el dormitorio.El corazón de Chenle latía en algún punto en el área de su garganta.
Él no podía recordar alguna vez haber estado tan nervioso por sexo. Jisung estaba sentado en la cama, vistiendo sólo un par de boxers negros. Ojos azules oscuros se encontraron con los suyos, ilegibles. El rostrodesaliñado de Jisung era completamente impávido. Sólo el bulto en sus boxers lo delató - él no estaba tan desinteresado como aparentaba.
Chenle sintió las manos de Irene desnudarlo, sus labios besando su cuello mientras ella lo hacía. La mirada de Jisung seguía a las manos de Irene, mirándola desabrocharle la camisa.
Con dedos un poco inestables, Chenle desabrochó sus jeans y los empujó hacia abajo junto a su ropa interior.
Se sintió ruborizar mientras la mirada de Jisung recorría su cuerpo desnudo. Era ridículo: él tenía un gran cuerpo, y no era como que Jisung no lo había visto desnudo antes. Aun así, Chenle no pudo evitar sentirse cohibido. Jisung era sobre todo hétero, después de todo. ¿Le gustaba lo que estaba viendo?
"Vamos", dijo Irene, empujándolo hacia la cama.
Chenle se sentó en la cama. Incómodo, vio como Irene trepó en el regazo de Jisung y lo besó. Vio cómo las grandes manos de Jisung eliminaban su negligé. Chenle se removió, odiando su inusual timidez y torpeza. No era propio de él en absoluto.
Molesto consigo mismo, Chenle se acercó y deslizó una mano hacia abajo por la suave espalda de Irene, hasta que su mano tropezó con la de Jisung.
Acarició los nudillos de Jisung con sus dedos, sintiéndoloscontraídos, y trabados. Jisung lo miraba mientras besaba a Irene.
Chenle se humedeció los labios y los ojos de Jisung se clavaronen ellos. Chenle sintió una emoción atravesarlo. Acarició los dedos de Jisung, mirándolo a través de sus pestañas.
Jisung dejó de besar la espalda de Irene, con los ojos pegados enChenle. Estaban vidriosos y un poco fuera de foco. Los propios ojos de Chenle probable no se verían mejor en ese momento.
