ʟᴏᴏᴋ ᴡʜᴀᴛ ʏᴏᴜ ᴍᴀᴅᴇ ᴍᴇ ᴅᴏ - HBO SERIES

8. Nobody's son, nobody's daughter

╰•★★ 8. 𝓝𝓸𝓫𝓸𝓭𝔂’𝓼 𝓼𝓸𝓷, 𝓷𝓸𝓫𝓸𝓭𝔂’𝓼 𝓭𝓪𝓾𝓰𝓱𝓽𝓮𝓻 ★★•╯

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Contenido sexual, descripción de cadáveres explícita, sangré y el jodido Lucien siendo el mejor villano de la historia.

Theo Venner.

Gabriel me había encerrado por una semana más, tenía que soportar la agonía de ver como Maxine le cerraba la puerta en el rostro en cada una de las visitas que Dean intentó en la mansión Venner hasta el día de la barbacoa. Tres jóvenes de Welltown habían desaparecido esa semana y el abuelo había organizado una extensa, pero lujosa barbacoa en la granja ese domingo después de la misa de medio día.

Recorrí con mis pies desnudos la hierba a mi alrededor ignorando a los invitados que se encontraban disfrutando del bufete en el patio exterior de la mansión, era una enorme mesa con un mantel blanco cubierta de bandejas con todo tipo de carne. Sentía asco de solo ver a las personas devorando aquella comida.

Dean estaba al otro lado de la granja, vestía unos jeans desgastados y una hermosa camisa azul sin mangas, su increíble cabello castaño seguía luciendo hermoso al igual que su rostro. Corrí hacia él y lo sorprendí lanzándome sobre su espalda, él sonrió y sostuvo los muslos de mis piernas entre sus fuertes manos, sus caricias sobre mi piel me hacían arder en llamas.

—¿Ves aquel impala estacionado frente a la granja? —señaló con su rostro.

—Sí, es muy hermoso. —respondí besando rápidamente su cuello.

—Es de papá, pero me ha dicho que cuando tenga la misma edad que él tiene ahora entonces ese auto será mío. —me informó con total entusiasmo.

Volví a sonreír cómo una niña tonta.

—Después de la barbacoa se irán todos. —le informé casi susurrando en su oído—. Podrías entrar por la ventana de mi habitación.

Dean sonrió. —Espero qué sea una broma, creí qué las cosas se habían aclarado.

Estaba a punto de responder cuando el entrenador Crain apareció. Me bajé inmediatamente de la espalda de Dean, pensar en que podrían hacerse daño por mi culpa me hizo sentir una presión en mi corazón.

Quizá los amaba a los dos, los amaba con la misma intensidad.

—Nos vamos Dean. Ahora. —ordenó el entrenador Crain, sin desviar sus ojos de los míos.

—Puedes irte sin mí, estaré con la abuela hasta que ella quiera marcharse. —aseguró Dean tomando mi mano desnuda con la suya.

—A mamá le duele la cabeza, así que nos vamos ahora. —insistió Negan arqueando las cejas.

Lucien estaba detrás de nosotros, atentó a la situación. Pude observar cómo ignoraba al detective Loki solo por querer saber qué sucedía.

—Vuestro padre tiene razón Dean, deberíais irte. —le logré persuadir con una sonrisa—. Mañana regresaré a la preparatoria y podrás verme.

Los puños del entrenador Crain se cerraron, la expresión de su rostro me asustó demasiado.

Dean besó mi mejilla y se marchó detrás de su padre, cuando me dirigí hacia la mansión los ojos de mi tío Lucien se encontraron con los míos. Cómo si supiese mi secreto.