La verdad no es siempre la que creés...
Mira lo que me hiciste hacer.
+18 (Alto contenido sexual explícito, violencia gráfica y lenguaje adulto)
Dean Winchester Support.
Desperté en una lujosa habitación desconociendo en lugar en el cual me encontraba. Mi mirada se posó en los ojos azules de mi tío Gabriel, la sangre ya no cubría su rostro, él bebía un vaso de leche y estaba sentado en un enorme sillón con cojines oscuros.
—Me he tomado el atrevimiento de limpiar vuestro cuerpo, como lo hacía cuando eras pequeña. —comentó chasqueando la lengua contra el paladar. Su barba dorada distraía cualquier atención, parecía un auténtico león.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Toqué mi piel húmeda, mi corto cabello marrón también estaba mojado. Él me habia vestido con una camisa blanca sin mangas, una chaqueta y pantalón del mismo material de jean en tono azul metálico.
—Creí que te habia perdido. —dije retomando el aliento, el corazón pesaba dentro de mi pecho.
—Yo creí lo mismo...Lamento lo de tu hijo, no encontré otra forma de traerte a mí. —hizo una corta pausa—. Lucien dijo que nos habías delatado antes de suicidarte en el campo de trigo, no le creí. Nunca ha sido un buen mentiroso.
—¿Dónde está mi hijo? —sollocé, aún estaba muy débil. Observé el pequeño cable conectado a mi brazo, Gabriel me habia canalizado con una bolsa de suero fisiológico para restaurar el balance de hidratación en mi cuerpo—. Había olvidado que eras médico.
Él sonrió. —Me alegró mucho saber que te habías convertido en pediatra, pequeña. También que habéis nombrado al niño en honor a mí. —Gabriel tomó asiento a mi lado del sofá—. Laurent está bien, lo dejé cerca de los escombros de la antigua mansión Venner, es un chico realmente adorable...Ahora debe estar con uno de sus padres me temo. Dean y su equipo de Sheriff llegaron hace horas al lugar y estarán camino al hospital.
—Lucien abusó de mi ese día en el campo de trigo, él puede ser...—borré la idea de mi cabeza—. Maxine y Lucien, también Harriet me hicieron creer que Negan y Dean me habían ultrajado. Por eso hui, quería contártelo y cuando regresé, volví una segunda vez y la mansión Venner ya estaba en ardiendo en fuego antes de que abandonara Welltown.
Gabriel acarició mi rostro con sus ásperas manos, podía sentir la textura de sus huellas como una hoja de lija. Siempre me habían gustado sus manos.
Tomé su mano y la hundí debajo de mi pantalón, sin embargo, no hubo ningún movimiento de su parte. Antes de intentar cabalgarla él la apartó rápidamente de mí.
