Novia de la Mafia (#10 Hijos de la mafia)

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*Fiorella Rinaldi en multimedia*

Hace dos años:

Fiorella:

El grito que lanza la modelo envuelve todo el camerino, los ojos de todas las maquillistas y demás modelos se ponen sobre ella y sobre la mujer a la que grita, a quien le reclama haber destrozado su maquillaje.

—Disculpa.—Acabo mi conversación con la maquillista a la que enseñaba como retocar las sombras metálicas y me disculpo también con la modelo a quien atiende.

Los gritos del escandalo crecen y me irita que estando a cinco minutos de empezar la pasarela ocurran estos incidentes, avanzo  entre el circulo que han formado las modelos alrededor y  escucho las conversación que alcanzo a oír.

—Por eso nadie quiere trabajar con ella.

—Oí que la invitaron de último minuto y porque la última modelo cancelo.

—Que vergüenza y pobre chica, lidiar con ella.

—¿Otra vez Vittoria? No se cansa de arruinar cada presentación antes de empezar.

—Disculpen, por favor, vayan con sus maquillistas.—Pido y obtengo la miradas de todas.—Gracias.

—¡Eres una estúpida!—Alza fuerte la voz e intenta quitarse el delineado rojo sobre los parpados, lo arruina por completo y la linea se corre.—¡Saldré a la pasarela en cinco minutos y mira lo que has hecho!

—Lo siento, pero si usted no se hubiera...

—¿Qué dijiste?

—Disculpe.—Giorgia baja la cabeza.—Le advertí que estaba aplicando el retoque con tinta permanente y... le pedi que bajara el teléfono. Lo siento.

—No me interesa, me has arruinado, idiota. Quiero ver a tu jefa ahora.

—La estas viendo. 

Se gira en mi dirección y me recorre el cuerpo con los ojos, desde los zapatos de tacón, la falda larga color negro y la blusa roja con dos botones abiertos que llevo puesto.

—Genial, al fin alguien de mi altura con quien hablar.

Respiro profundo y ella se me acerca.

—Mira lo que ha hecho con mi maquillaje.—Señala a mi maquillista.—El desfile esta por iniciar... ¿Cómo es posible que se cometan estos errores tan incompetentes?

—Le ofrezco una disculpa.—Menciono y extiendo mi mano hacia atrás.—Otra maquillista vendrá a atenderla o en todo caso seré yo personalmente.

Me observa en silencio y lo tomo como un hecho solucionado, pero cuando estoy por regresar con la maquillista que me encontraba enseñando, ella me detiene con otra queja.

—¿Eso es todo? ¿Solo eso me darás?

—Como ya dijo el desfile esta por iniciar.—Le recuerdo su queja.—No podemos perder tiempos con reclamos en un momento como este, pero si gusta hacerlo aun, la queja la puede hacer llegar a mis superiores .. despues del desfile.

 —Pregunte si eso es todo.

Respiro profundo.

—¿Vittoria, cierto?

Alza las cejas.

—Señorita Vittoria, acabo de darle una solución.

—No, no me la diste.—Me interrumpe y parece que olvido los tiempos.—Quiero una solución ahora.—Señala a mi maquillista.—Despídela y lo olvidare, no presentare quejas.