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Fiorella:

Abro los ojos por la mañana y el lado vacío con el que creí despertar, está ocupado.

No, ni siquiera debería estar aquí, me dormí en el mueble, lo que deja claro que me trajo hasta aquí.

Cojo mi teléfono y leo mis mensajes, Viktor abre los ojos y se detiene a observarme, una de mis manos va a su rostro.

—La herida de anoche...—Pronuncio teniendo un vago recuerdo. —¿Dónde fue?

Me coge la mano y la baja para besar mis nudillos.

—Solo fue un rasguño.

Me quedo en silencio y me pongo de pie.

—Fiorella.

—Voy tarde, hoy tengo un día largo, debo ir a la sucursal y luego a la inauguración de otro espacio publicitario.

—Me alisto y te llevo.

—Hoy no, Viktor.

Se queda analizando mi respuesta y yo me apresuro a salir de la habitación.



(***)



Mi teléfono vuelve a moverse en mi bolsillo por séptima vez y ha llegado el punto en que he tenido que mandarlo a vibrador, pero si mi enojo es tan grande como para ignorar a este hombre, nada puede retener la insistencia de Viktor Novikov.

Ginevra sale a recibir el ramo de tulipanes y regresa con ellos, mientras yo me disculpo con la clienta de este salón al ver que estornuda.

—Lo siento, soy alergica.—Menciona y mira los demás ramos en el interior del lugar.—¿Por qué tantos...

—Quiero un novio millonario.—Suspira mi mejor amiga, entregándome el ramo.

—Y yo quiero uno que no me deje planteada.—Dejo el ramo sobre la mesa.

—El hombre te ha enviado ramos a todas las sucursales porque no sabe en cual estas, ya termina su tormento y el de esa clienta.—Señala y la mujer vuelve a estornudar.—Ya perdónalo.

—¿Si lo perdono tan fácil piensas que no lo volverá a hacer?

—¿Fácil?

—Sí, fácil, esto es sencillo para un hombre como él.

—¿Quieres que se tire de un avión con cartel que diga perdóname, Fiorella o qué?

—Lo más probable es que contrate a alguien que lo haga.

—Amiga.

Más clientas ingresan al salón, dos mujeres mayores.

—¿Es el día de la primavera y no me entere?

Ellas ríen y entonces veo el coche estacionado afuera, Ginevra se vuelve hacia mí.

—De esto no puedes huir.



(***)



Viktor me abre la puerta del coche, sin decir ni una palabra, mi mirada encuentra la suya y con un solo gesto insiste en que entre, al no responder, esta vez habla.

Novia de la Mafia (#10 Hijos de la mafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora