𓆩14𓆪

408 45 7
                                    


Puedo cambiar
puedo cambiar con solo una mentira mas

————————————————-

— ¿Que tal está? — negó— esta se ve interesante...  — negó con voz baja — ¡esta! Tiene a Adam Sandler

— Si quieres ver esa, estoy de acuerdo — abrazo más su cintura alegándolo a él

ella sonrió envolviéndose en su dulce aroma, frágil, cálido... como debería sentirse su hogar

De pronto sentía como un dolor en su estómago se hacía presente, comenzaba a ver las sábanas y frazadas de un tenue color rojo, mientras veía a Suguru frente a ella con un cuchillo impregnado de su sangre

— Eres un ser despréciale... ¿psiquiatra? ¡Tu necesitas una! — gritó mientras volvía a encargar el cuchillo ahora en su pecho desnudo — me da asco que me toques, que me beses... ¡que me mires!

— P-por favor Suguru — tomó su estómago entre sus brazos, los cuales le pesaban cada que quería hablar — te amo...

— Vete al infierno...

Y antes de ella pudiera ver sus ojos y ser esa su última imagen, el estruendoso ruido de la alarma resonó en su cerebro

22 de diciembre
5:30 AM

Había sido era su doceava pesadilla en la semana previa a las fiestas navideñas, algo que se esperaba

Régulo su respiración y se acomodó mejor en su cama, miro la hora y maldijo por su exactitud en despertarse esos días
Aún que no del todo, pues estaba entrando una llamada a su móvil

📲: Madre💓

Sin esperar más tiempo, contestó la llamada entrante

mamá... — susurro con alergia

— Mi calabacita... ¿cómo estás? — reprobación avistada — que día tuve en el psiquiátrico, dls pacientes con delirios y uno con demencia senil.

— Siento envidia por ti, madre — sonrió sincera — ¿a que debo tu llamada de madrugada?

— Oh... ¡carajo! Olvide la diferencia de horarios, disculpa a tu madre tonta — ríe— cielo quiero que nos reunamos en enero para una despedida de soltera — Koemi sintió sus huesos Velarde y abrió sus ojos al tope..

— Madre...

— ¡Kiyomi se casará! — grita con euforia del otro lado del móvil— ¡que alegría! Mira que lo veía difícil con el carácter de tu hermana pero, al fin se nos casará... ¿no te alegra?

El tic nervioso que Koemi había desarrollado al rededor de su infancia,  había regresado
Su pierna ya estaba soltando las primeras gotas de sangre y sus uñas bañadas de ella, con algo de piel muerta dentro de la cutícula

Una felicidad inexplicable, madre...

— Te mandaré todo por mensaje, el punto de vista y los boletos— grita nuevamente — estoy tan feliz, ¡oh! No olvides mencionarme si piensas llevar a un amigo o amiga... tú me dices linda, y tu padre ya sabe ayer hablamos por videollamada con Kiki... ¡adiós cielo! Sigue durmiendo

𝙵𝚘𝚛 𝚖𝚎 (Suguru Geto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora