𝙵𝚘𝚛 𝚖𝚎 (Suguru Geto)

𓆩16𓆪

Esta noche, por el resto de mi vida  voy a estar aferrada a ti
Al límite....

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Diciembre
7:30 PM

El sudor los cubría, como una suave capa fina que los abrazaba mientras sus desnudos cuerpos rozaban entre ellos
Koemi estaba de espaldas, mordiendo una almohada y sus manos de aferraban a las sábanas
Su ligero maquillaje negro manchaba las sábanas y su labial corrido daba un toque que Suguru aprovechaba para extasiarse mucho más
El aire le faltaba cada que devoraba su boca, deseaba más y morder sus labios, cuello o incluso sus senos no le eran suficientes

Quería más

— M-mierda Suguru me... me v-voy a...

Mantenía su cadera alzada mientras Suguru la penetraba con dureza, pero a la vez una delicadeza para saborearla
Disfrutaba estar dentro y salir de manera que los torturara a ambos, sentía su interior contraerse cada que entraba de golpe y ella tenía que aferrarse a las sábanas

— Aún no nena...  — salió girando su cuerpo, — ¿que tanto me deseas? — dejaba escasos besos en su cuerpo, una que otra mordida

— Mucho... — dejó salir otro gemido ahogado — mierda...

— ¿Satoru lo hace como yo? — sonrió ladinamente viéndola — dímelo...

Koemi tenía la mente nublada, cegada y atrapada en el placer que el pelinegro le estaba brindando
Pero no lo suficiente para que en su mente entraran flashbacks de su encuentro con el albino
En cambio a Suguru, solía dar más placer en ella como prioridad, y el oral era una regla indispensable en el momento que ambos se desnudaban
Koemi jamás tuvo inseguridades de su cuerpo, lo cubría con alta ropa enrome pues decía que era tanto para que cualquiera siquiera  la viese
Sólo Suguru y Satoru la habían visto por completo, y eso le volvía loca pensarlo
Geto le daba ese dolor que amaba y Goyo le daba el amor que odiaba
Un equilibrio que encendía sus más grandes conflictos
Amaba sentir mucho pero odiaba amarlo y sentirlo dentro de ella
Una paradoja que vivía con ella desde años

— ¿Koemi? — preguntó Geto luego de un silencio — ya veo...

Volvió a la realidad en cuanto Suguru volvió a entrar en ella de forma brutal, sacando un grito intenso que nubló su vista
Un dolor que no disfruto mucho

— ¡Mierda, dolió! — dijo volviendo a sentarse, pero las manos grandes de Suguru volvieron a recostarla — ¡¿Que haces?!

— ¡¿Crees que no sé qué Satoru folla de puta madre?! — volvió a entrar en ella— ¿Que no se como se siente ser tocado por sus manos? ¿Sus besos? ¿Su tacto y atención?

Koemi volvió a ser dominada por su lado sadico y disfrutó de aquella violencia en la que Geto le hacía tocar las estrellas, elevando su pelvis y tocado morbosamente su cuerpo
Imaginado las manos de Satoru tocarla, ese suave toque que tanto decía Suguru

Pero cayó en cuenta cuando sintió el líquido caliente entrar y salir de ella, llegando al extasis
Suguru reposaba su frente en el viente desnudo de Koemi mientras regulaba su respiración agitada
Koemi lo miraba impactada
Tenía sus sospechas, como toda fujoschi adicta al yaoi que imaginaba a los dos amigos ser confidentes sexuales y ahora...
Estaba más que confirmado...