Inocentemente Cruel

Durmiendo juntos.

Hoy iríamos con Alex al gimnasio. Estaba un poco nerviosa, debo aceptarlo. Pero creo que será divertido. Bien, me termino de cambiar con ropa comoda y salgo de mi cuarto.

-¿Estás listo?- me paro a lado del sofa donde está sentado Alex.

-Mm sip. ¿Vamos en mi auto?-

-Mejor vamos en el mío¿quieres? - el me mira y sonríe. Yo no tengo auto, ni siquiera se manejar. Una vez Alex intentó enseñarme pero me puse tan nerviosa que empecé a los gritos y me tapé los ojos mientras el me gritaba para que agarre el volante. Muchos gritos, un casi choque pero despues nos pareció muy gracioso.

Muentras que viajabamos me puse a cuestionar el por qué mi tenía amigos.  Aun que trate, no conseguía a alguien con quien hablar y poder pasar momentos divertidos, pero también que poder estar juntos en los momentos difíciles. Tal vez fui hecha para estar sola, y que mis únicos amigos sean los personajes literarios. Solo tenía un amigo, Alex.

-Bien, llegamos- lo miré y me dieron ganas de poder abrazarlo, sentir su calor. Lo hice, cerre los ojos y sentí sy aroma, su calor, su respiración.-Emily, ¿Estás bien?.-

-¿Es muy raro que quiera un abrazo de mi hermano?- El no respondió y me volvio a abrazar, solo que al separarnos el me dió un beso en la mejilla, inconcientemente gire mi cara y nuestros labios se rosaron.-Perdón- ay mi Dios, creo que nunca estuve tan roja.

-Esta bien, entremos.-
Entramos e hicimos algunos ejercicios, reimos, bromeamos.  La pasé mejor de lo que pensaba. Cuandi terminamos nos dimos una ducha. Me detuve a pensar en que hubiera pasado si nuestro labios se hubiesen unido.
Ya lo sé,  no tendría que estar pensando en esto pero.. no se lo que pasó.

Y así fue, fuimos por varias semanas al gimnasio y ya se notaba el esfuerzo. Estaba contenta por el resultado, feliz. Además estaba superando lo sucedido con Luke y la pasaba realmente muy bien con Alex. Creo que esto es el resultado de que nuestros padres se vallan de viaje seguido. No los odio ni nada de eso, los amo, pero no pasan mucho tiempo con nosotros, así que al unico que tengo es a Alex.

Esta noche me acosté pero... habia truenos.

Alex:
Pasaron varias semanas y fueron las mejores semanas. Estuve con Emily todo el tiempo y me fascinaba pero tambien me aterraba. Empecé a sentir algo por ella y eso no estaba bien, era mi hermana, mi pequeñita. Pero esto me ganaba, quería estar todo el tiempo con ella, y los hombres del gimnasio estan viendo como el trabajo le esta surgiendo efecto con su físico. Pero ¿que podría hacer yo? Es como cuando alguien dice; ¿que puedo hacer si no somos nada?. Bueno, esto era peor por que ni siquiera tendríamos que ser una suposición.
Esta noche no queria pensar, me acosté pero no podia dormir, sólo pensaba en ella. Algo me sacó de mis pensamientos, veo que una silueta delgado entra a mi habitación, y viene a mi lado.

-Alex- susurra-¿estás despierto?.-

-No- se escucha una risita. Ya sabía que le tenía miedo a los truenos, pero no pensé que vendría. Iba a preguntar algo pero le movi las frasadas para que se acueste. Ella sonrió y creí que moriría. Dios, no me puede estar pasando esto.

-Gracias- se acercó a mi y ¡demonios!

-¡Emily, por Dios! Estas helada.-

-Perdón- dijo, nos quedamos asi un largo momento, ella sobre mi pecho y yo oliendo el aroma de su cabello.

-¿Todavía estás despierto?- susurró.

-Si.¿Tú tampoco puedes dormir?-

-No.. creo que el saber que dentro de poco volveremos al Instituto no me agrada mucho.-

-Ey, voy a estar yo ¿si? Además no importa si lo ves. Yo le puedo romper la cara si quieres...-

-No, no vale la pena.-

-Bueno, mejor duerme ya.-

-Mmhhmm.- y a los pocos minutos se durmió. Yo no tardé en dormirme igual. Es hermoso poder estar asi con ella. Es lo mejor, aun que sea malo en realidad.