Por fín.

1.7K 57 15
                                    

Alex.
Demonios. Estaba en frente mio, tan perfecta, hermosa, dulce y tentadora. No me pude resistir mas, cuando ella miró mis labios.. Lo hice sin pensar. Uní nuestros labios y ella me dio paso para que nuestras lenguas empiesen a jugar. Fué un beso tierno al principio que se transformó en uno desesperado. Me estaba volviendo loco, le agarré de la cintura y ella me atrajo mas cerca. Tenía medio cuerpo ensima de ella.

Emily.
Estaba mal, todo esto estaba mal pero no quería parar. El me agarró de la cintura y yo lo atraje mas cerca. Se estaba volviendo todo muy desesperado. Empezó a subirme un poco la remera, tocaba mi vientre y llegó al comienzo de mi sostén. Se me salió un suspiro y el me besó mas fuerte. No quería pero tuve que parar.

-Espera.-dije mientras agarraba sus manos.-¿Qué estamos haciendo?-

-Yo.. lo siento.- dijo y se fué bajando de encima mío.

-¿Por qué lo sientes? - tal vez no le gustó y solo lo hizo para complacerme.

-No debí besarte. Me dejé llevar.-

-¿No te gustó?-Pregunté apenada

-No, no es eso. Me encantó- dijo mirándome a los ojos.- pero... no está bien.-

-Te quiero- le dije y le robé un pequeño beso. El sonrió.

-Y yo te quiero a tí- y me robó otro beso, solo que este duró mas. Lento, con amor, no tenía apuro en besar cada parte de mi boca. Tocaron la puerta y nos separamos de inmediato. ¡Mierda!.

-¿Que están haciendo?-  era mi madre.

-Eh nosotros no...- quise cambiar de tema- ¿Que estás haciendo aquí?-

-Me olvidé mi celular. Y ¿ustedes?-

-Emily. Emily se sentía mal y decidí volver- mintió Alex- La estoy cuidando y justo ahora me iba a levantar a prepararle un té- se levantó y la abrazó a nuestra madre para llevarla hacia la cocina.
Dios, me estaba cayendo de un precipicio. Pero no me importa, no me importa sentir ese panico de caer, estaría toda una eternidad así, si eso implica estar a su lado.
Me acosté y ví esas "estrellitas" en el techo que se veían gracias a que las cortinas estaban cerradas, las pintamos hace unos años con Alex. Entró con una taza en la mano y un chocolate en la otra.
-Bueno, aquí hay unas cositas para la niña enfermaa- me las tendió pero cuando las agarre vi esos labios rojos que hace un momento me estaban besando, dejé la taza en la mesa de luz para agarrar su rostro en mis manos y junté nuestros labios.
Quería aprovechar todos estos momentos asi con él. No sabia si se terminarían o no podriamos hacerlo mas. Cada vez que me besaba estaba en mi paraiso, nada era prohibido,  no era indebido,  no era malo, no era nada de eso.
-Emily- dijo con la respiración agitada.

-¿Qué?- dije mientras le daba pequeños besos en la comisura de sus labios y en sus mejillas.

-Te.. Te quiero- lo dijo mirándome a los ojos. Demonios, ¿como es posible esto? Quererlo tanto, pero tanto.

-Yo te quiero a tí.- y lo sellé con beso.

Pasaron unas horas y nos quedamos dormidos, luego nos pusimos a mirar tele, acostados y abrazados. Me dió hambre y decidí pedir una pizza. Ya era tarde.
-¿Quieres pizza?- pregunté mientras me levantaba. Él comenzó a estirarse, parecía un gato.

-Mmm si hermosa. ¿la pides tú?- ¿hermosa? Ay.

-Si, ya vuelvo.- baje a llamar y luego de unos minutos bajó Alex.-Ya la pedí- dije.

-Bueno- me quedo mirando y sonrió.

-¿Sucede algo?-Pregunté. Su mirada era diferente.

-No, nada. Sólo estoy feliz, solo eso.- se acercó a mi lado.

Inocentemente CruelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora