|| M̴A̴N̴I̴C̴O̴M̴I̴O̴ °ɱıŋƖıx° ||

Capítulo 1

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Narra Minho.

Estaba tan agradecido de la vida, por ponerme nuevamente un caso o para algunos un nuevo paciente. Si, soy alguien de paciencia y me encanta poder ayudar, guiar, aconsejar a todos los pacientes de psiquiatría o los más graves que se encuentran en estos lugares oscuros, los manicomnios.

Felix, ese era el nombre de aquel bello chico a quién tengo que tratar. Aún no me atrevo a leer su ficha clínica por completo, tan solo con leer que era esquizofrénico me hizo ver que era alguien que necesitaba mi ayuda.

Cuatro meses llevaba con él, nadie me tenía fé todos lo veían como la reencarnación del diablo pero para mí solo era un indefenso chico con falta de atención que solo en su mente rondaba la idea de matar y ser un alguien en la historia.

Claro para nada es fácil, hay días en donde es realmente alguien agradable y días en los cuales todo es un total infierno.

Iba en dirección a su sala, aquella que estaba alejada de todo y de todos. Como todos los días estaba nervioso, pero una vez con él todo parecía desaparecer.

- Hola

Allí estaba él, esperándome para llevarlo a comer. Sus ojos verdes quienes antes de conocerlo eran opacos cada vez que los miro se llenan de un único brillo.

- Iremos a comer no es así? - Pregunto curioso, levantándose del suelo caminando hacia mí dirección

- Si, pero antes...

- Prometo no hacer nada y portarme bien, solo comer la comida y volver aquí, ya lo sé Minho

- De todos modos es bueno recalcarlo y no vuelvas a interrumpirme, fácilmente te puedo dejar sin comida hasta la noche

- Pero tú no lo harías - Aseguró

- Y por qué crees eso?

- Por que te gusto y no me harías eso

- Bájale a tu ego niño, solo hago mi trabajo que te trate bien no quiere decir que haya algún sentimientos, el amor no existe

- Como digas, quiero comer

- Vamos

Como todos los días, coloque unas esposas y un chaleco de fuerza para que no haga ningún incidente. Llegamos al lugar, lo senté y quite sus esposas de las manos para colocarlas juntos a la silla, siempre tendría que mantenerlo con seguridad, todo se podía esperar de Felix.

- Tienes 30 minutos para comer, luego te llevaré a bañar para que después tomes tus medicinas

Solo asintió, disfrutaba tanto de su comida que me hizo pensar que el otro doctor no lo llevo a comer.

Felix al estar a mi cargo a tenido muchas buenas conductas y por eso, le dieron el permiso de salir al aire libre a comer pero siempre como dije antes con seguridad.

- Ya acabe

- Tenías hambre

- Tú compañero me dejó sin comer, según él lo acose, tú me crees capaz de eso? - Dijo irónico