|| M̴A̴N̴I̴C̴O̴M̴I̴O̴ °ɱıŋƖıx° ||

Capítulo 4

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Han pasado dos semanas exactamente, me encontraba en aquella fría sala de Felix, era mi primera noche con él, Raúl tuvo un pequeño incidente por lo que me tocaba reemplazarlo.

- Hermoso Minhonie... – Llamo Felix, su voz era verdaderamente como la de un psicópata

Lo miré pensando que necesitaba algo pero solo estaba jugando, su rostro daba miedo estaba lleno de locura.

- Oh lindo Minho me enteré de que saliste con esa enfermera puta, me dañas mi corazón – Fingió tristeza pero no tardó en reírse traviesamente

- Felix eso no es de tu incumbencia

- Mmm no? – Se acercó a mí sin quitar su traviesa sonrisa

- No Felix eres solo mi paciente, quien te lo dijo?

- Así que es verdad – Borró rápidamente su sonrisa y ahora sí rostro era serio, bastante serio – Maldita puta – Susurró

- Quien te lo dijo Felix?

- La escuche decirte que la habían pasado increíble, que fue una muy buena noche, te acostaste con esa puta?

- Lo que sea que haga con mi vida fuera de este lugar no te interesa

- RESPONDEME MALDITA SEA! – Me tomo fuertemente mis brazos empujándome hacia una de las paredes

- Cálmate o llamo a seguridad

- Solo responde si tuviste sexo con esa hija de puta?

- Por que te importa?

- Por que no me gusta que se metan con lo mío y en este caso querido doctor usted es mío

Esta vez fue mi turno de reírme, no sé en qué punto se encontraba pero estaba bastante loco.

- No soy tuyo Felix, quien dijo eso?

- YO, YO LO DIGO! – Cada vez ejercía más fuerza en mis manos – Ahora respóndeme de una buena vez, tuviste sexo con ella?

- Salimos como grupo todos los doctores y enfermeros de este lugar

- Eso no fue lo que te pregunte, Minho querido Minho – Soltó mis manos – Será la última vez que te lo pregunté, no quiero dañarte pero responde si te acostaste con esa idiota?

- Si Felix, tuvimos sexo

Su rostro mostró seriedad sus ojos comenzaron a latir, estaba entrando en alguna etapa grave de ansiedad, ansiedad por matar.

- Que puta es, qué pena que no le quede mucho tiempo – Afirmó

- De que hablas?

- Cuida a tu novia puta por qué podría tener algún accidente unos de estos días

- Con ella no te metas

- Aaaay si la defiendes – Se acercó nuevamente a mí, me tomo y me acostó en su cama subiéndose sobre mi regazo

- Bajate

- Mmm me temo que no, ahora verás quien de los dos lo hace mejor

- Felix no tendremos sexo, estás mal, eres un maldito demente

Río ante eso, se bajó de mí y camino hacia la puerta mirando por la pequeña ventanilla.

- Minho, Minho no me gusta que me digas que estoy loco por qué sé que lo estoy – Me miró – Ahora sal de mí habitación quiero dormir y tú putita te espera – Comenzó a reír nuevamente

Caminé hacia la salida, cerrando con seguro su puerta mire hacia su habitación y estaba pegado en la ventanilla mirando fijamente mis pasos con su cara marcada de locura.

- Hola Minho, cómo está Felix?

- Bien todo bien

- Mmm ahora que todos están descansando podríamos ir a tu sala de estar y no se repetir lo de aquella noche – Propuso Lisa

- Me encanta la idea, vamos

Tome su mano y fuimos a aquella sala, cerré con seguro y comencé a besarla salvajemente, le tenía un cariño a ella pero aún no sentía que debía formalizar algo con ella. Despeje la pequeña mesa y la recosté en ella, baje sus pantalones y quite los míos para comenzar a penetrarla algo salvaje.

- Aah... – Soltó fuertemente

- No hagas ruido

- Mh... perdón

Continue con mis salvajes penetraciones, de un momento a otro apareció un enojado Felix en mí mente, me exalte y solté algo brusco a Lisa.

- Que ocurre?

- Perdón, pero vamos a trabajar

Subí mis pantalones sin antes quitarme aquel molesto condón y lo tiré, dejando a una confundida Lisa atrás. Llegué fuera de la sala de Felix y estaba allí, enojado tirando de su cabello.

- Deja de hacer eso Felix, te lástima

- Cállate! Fuera de aquí

- Felix duerme, te iré a buscar una medicina

- Vete a tener sexo con tu puta y dile que le baje a sus gemidos hasta aquí se escuchan

Solo lo deje allí tirado, le pedí una medicina de urgencia a Lisa y la lleve conmigo a la sala de Felix.

- Ten y tómala

- No me la vas a dar? – Dijo triste

- No te lo mereces, ahora te la tomas quiero ver

Trago aquel medicamento, lo recosté en su cama y salí de la habitación. Caminé nuevamente con Lisa para decirle la dosis correspondida que le di a Felix.

- Todo bien?

- No podía dormir estaba irritable solo es eso

- Menos mal viniste antes

- Algo temía

- Tienen una conexión

- Solo de paciente y doctor, nada más

- Eso espero, no quiero que se interponga entre ambos

Besé sus labios y la abandoné, si algo me preocupaba en estos momentos era Felix, estaba loco sí, pero al igual que alguien normal él sentía y podía amar y tenía algo de temor por qué esté sintiendo algo por mí.