|| M̴A̴N̴I̴C̴O̴M̴I̴O̴ °ɱıŋƖıx° ||

Capitulo 3

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Un nuevo día se asomaba, era sábado un día en que no me gustaba la idea de salir de mi casa e ir a trabajar pero debía hacerlo.

Llegue como todos los días al psiquiátrico, marque mi hora de llegada y me dirigí con mí respectivo paciente.

- Como está? – Pregunté a mi compañero Raúl

- Bien, solo se la paso durmiendo comió solo un poco y fue por su decisión, ten cuidado cuando toma algún cuchillo o tenedor ayer intento en dos ocasiones enterrarlo en sus dedos

- Además de eso todo está bien?

- Si todo bien cómo te digo sólo a dormido y en la noche a las 4 de la madruga despertó gritando que lo dejarán tranquilo tomando su cabeza, lo controle

- Que le diste?

- Nada, solo le dije que ya ibas a llegar tú

- Como?

- Una vez en una psíquicoterapia que tuvimos me dijo que lo único que lo permitía mantenerlo tranquilo eras tú, desde que llegaste solo tú logras calmarlo

Sonreí ante eso, era lindo saber que para un paciente de ese nivel de delirio yo lo ponía tranquilo, estaba mal? Si, lo estaba pero aunque deba mantener el límite no es impedimento para sentir algo hacia él o cualquier otro.

Raúl me dió unas indicaciones más y se fue, como todos los días debía cumplir la misma rutina, despertarlo, llevarlo a comer, bañarlo, dar sus medicinas y por último controlar que este sano y salvó.

- Hola bonito – Saludo restregando sus ojos, venía recién despertando

- Hola Felix, y por favor no me llames bonito

- Entonces como deseas? Hermoso?, precioso?, bello?, Tu solo dilo y yo lo cumplo – Sonrió maleficamente

- Minho, doctor Lee, psiquiatra, como desees pero solo eso

- Aburrido y mis voces dicen que debes soltarte un poco más

Dicho eso, se acercó a mí tomo de mis hombros y bajaba sus manos por ellos hasta llegar a mis piernas.

- Felix no quiero ser grosero contigo por favor no sigas

- Vamos!! Escuchas mis voces? Gritan por tenerte cerca

- Felix creo que te hacen falta tus medicinas

- No, me haces falta tú

Siguió subiendo y bajando sus brazos por mí hombros, piernas y ahora entrepierna. Felix estaba logrando su objetivo pero era hora de llevarlo a comer, cualquier cosa que quisiera hacer no iba a ser posible ni ahora ni nunca.

- Ya basta – Dije retirando sus manos de mí, alejandome bastante de él – Es hora de comer, vamos a ir y luego vendrás a tomar tus medicinas

- Aburrido

Tome sus manos y lo dirigí hacia el comedor, le pase su respectivo desayuno para luego hacer todo lo de siempre.