Capitulo 5

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Hace ya un rato habíamos cerrado la panadería, la verdad me la había pasado todo el día muy bien, Marshall hacía qué mis momentos de volvieran divertidos de la nada, en realidad nunca pensé qué la compañía de Marshall fuera tan buena.

-Gary

-Qué pasa?

-Yo terminé de guardar las cosas qué me pediste...

-y???

-yo nos podemos ir?, es que tengo sueño Gary...

Me empecé a reír y se me quedó viendo extrañado, pero es qué había echo una cara tan tierna, qué me dió tanta risa pensar, qué era la misma persona qué me estaba besando hace un rato

-¿Qué es tan gracioso su majestad?

Dejé de reírme para contestarle bien, de tan solo pensarlo me daba otra vez risa.

-En realidad nada, no te preocupes, mejor pásame una caja para armar

Marshall fue por la caja, la armó y me la dió, si era muy lindo este chico.

-Gracias!

Entonces metí un pastel en la caja, en realidad siempre me llevaba un postre o le regañaba a Fionna algunos, por qué al final no quería qué nada se desperdiciara y además me gustaba probar mi repostería.

-Listo!, vamos Marshall

Tomé mi bolso, y la caja, pero nuevamente Marshall me detuvo y tomó la caja con sus manos

-Damela Gary, no te preocupes, te ayudo

-Gracias Marshall

Caminamos hasta la puerta y salíamos del establecimiento por la parte de atrás, ya qué la parte de enfrente ya estaba cerrada, cerré con llave y las guardé

-Listo, vámonos, tomamos el transporte o caminando?, no está tan lejos, es noche...

Me quedé pensando, podría ser peligroso, andar nosotros dos en la noche

-mejor deberíamos de tomar el transporte, no?

-Gary..

-Qué pasa?

-Tengo carro

Me quedé pensando otra vez, entonces el nos llevaría en su carro? o el se iría en su carro?, no creo que me dejé aquí, aunque sería incorrecto, bueno, bueno, dejaré de pensar en eso y mejor le preguntaré

-entonces tú te vas a ir en tu carro?

Se comenzó a reír otra vez, acaso le dió risa mi pregunta, no era gracioso, en verdad, ya no voy a decir nada, siento qué todo lo qué digo recae en mi mismo.

-Vamos Gary, nos vamos los dos juntos, sube al auto

Me subí y ya no dije nada más, otra vez me puse rojo, qué vergüenza con Marshall, va a creer qué soy algo cómo ése cliché de las rubias tontas, pero yo no soy Rubio, soy un chico con cabello rosa, en fin

Marshall estiró sus brazos hasta la parte superior derecha de mi cabeza, y jaló un cinturón, para después pasarlo sobre mis muslos y atorarlo en su lugar, yo solamente levanté mis brazos para qué el lo pudiera poner.

-Bien, ahora si, estamos listos para irnos a casa

Marshall prendió su carro, y comenzó a manejar, en la radio sonaba una canción qué hacía qué la ciudad de noche luciera increíble, pensar en la ciudad de esa forma, en Marshall a un lado conduciendo y yo simplemente existiendo en este preciso momento, fue lo mejor qué me pudo pasar

Marshall siguió conduciendo hasta la casa, cuando llegamos, el bajó el pastel qué venía en los asientos traseros y luego abrió la puerta del lugar dónde venía sentado, me quitó el cinturón y luego me tomó de la mano y me bajó con cuidado.

-Gracias, qué caballeroso..

-No es nada, todo sea por ustedes su majestad

Hizo una reverencia en forma de burla y yo solamente me reí y comencé a abrir la puerta de mi casa.

Ambos entramos y entonces, me arrojé al sillón sin importar nada más, solté un suspiro, sentía qué mis párpados pesaban y me empezaba a quedar dormido...

Después de un rato, sentí qué mi cuerpo estaba flotando o algo así, intenté abrir mis ojos un poco, no se veía nada de luz, mis ojos se acostumbraron un poco a la oscuridad y pude divisar a Marshall a cargándome, estaba subiendo las escaleras hacía las habitaciones

Aferré mis brazos a su cuello, no sé cuándo, pero me gustaba qué estuviera conmigo, no sé si era por el cansancio y la noche, pero solamente quería estar ahí con él, había sido un día maravilloso gracias a él

-Vamos Gary, llegamos a tu cuarto, sueltame para qué te puedas acostar..

Comenzó a acomodarme en mi cama, pero yo no lo quería soltar, quería estar un poco más con el, se qué ya habíamos estado todo el día juntos, pero necesitaba más de Marshall

-No, no..

-adna Gary, necesitas descansar y yo también

-entonces quédate a dormir aquí conmigo

No sé porque dije eso, pero simplemente era lo qué quería, y ni si quiera sabía si el aceptaría esa propuesta tan repentina, digo tiene qué pasar nada, simplemente quiero estar con él

Se quedó pensando un buen rato, luego me dejó sobre la cama y se fue a su habitación

La desilusión llegó rápido a mi, me sentía muy estupido por pensar qué aceptaría dormir conmigo, me levanté, deje entre abierta la puerta de mi habitación, ya qué sólo me iba a cambiar mi ropa, por mi pijama, me puse unos shorts rosas, estaba buscando algo para ponerme en la parte de arriba, cuando abrieron la puerta de mi recámara y ahí ví parado a Marshall con un pantalón nada más, no tenía una camisa, podía apreciar su abdomen marcado, su clavícula y la zona v marcada en su abdomen, de repente hacía mucho calor, pero de nuevo los pensamientos vinieron a mi

Solamente tenía unos shorts y no tenía nada para la parte de arriba, qué haría ahora

-Pense qué dormirías en tu habitación...

-No, venía a dormir contigo

Entonces sentí un escalofrío y me cubrí mi pecho y brazos, Marshall me vió y luego fue a su cuarto, después de unos minutos, regreso con una playera negra.

-Ten, pontela, hace frío...

Lo miré a los ojos y se dió cuenta qué con esa mirada le di a entender qué no era el único qué estaba descubierto de la parte de arriba, entonces reaccionó

-Yo estoy acostumbrado a dormir así, así qué no te preocupes

-Bien, gracias por la playera...

Entonces me coloqué la playera, pero aún sentía la mirada de Marshall sobre mi cuerpo, sentía mucho calor y creo que era por qué estaba muy nervioso por ver cómo Marshall me comía con la mirada , aún así después de ponerme aquella playera negra, qué olía demasiado a él, me fuí a recostar

Marshall se metió a la cama conmigo, nos cubrió con las sábanas, y luego me abrazo por la espalda

-Te incómoda qué haga esto?

-No, esta bien

Me acomodé mejor entre sus brazos y besé su mano

-Gracias por dormir conmigo hoy Marshall...

El me abrazo con más fuerza para luego decir

-No hay nada qué agradecer, lo haría las veces qué me lo dijeras

Entonces comencé a quedarme dormido, sin duda alguna me sentía bien, gracias Fionna por pedirme esto, nunca pensé qué podría suceder algo así de bueno...

Fresas con Chocolate 🍓🍫 (Gary& Marshall lee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora