𝘤𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 01

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◦•●◉✿ 𝒍𝒂 𝒗𝒐𝒛 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝑨́𝒏𝒈𝒆𝒍 ✿◉●•◦

Los rayos de luz inundaron la habitación, dando directamente a el rostro liso... Blanco... Y tan hermoso, aquel chico con cabellos rubios, comenzó a abrir sus ojos carmesí lentamente, tratando de acostumbrarse a la luz.

Después de que sus ojos rubíes se acostumbrada a la luz que entraba de la ventana, el cenizo reaccionó.

En donde estaba? Como llegó ahí? Y lo más importante, quién lo trajo ahí?

Varias preguntas se formularon en su mente.

De pronto, la ola de los recuerdos de la noche anterior, llegaron de golpe... Solo que, la mayoría de ellas, estaba distorsionado... Borrosos... Y difíciles de recordar.

Lo único claro que tenía, era que la noche anterior, y gracias al alcohol, terminó en una pelea callejera.

Después de recordar un poco sobre la noche anterior, el chico de pelos cenizos trató de pararse de la cama, lo cual era algo difícil, pues de inmediato, sintió un dolor punzante y horrible en su hombro izquierdo, y en su pierna derecha podía sentir un ardor insoportable.

Bajo su mirada, y en efecto, su hombro izquierdo estaba vendado.

Bajo su mirada hacia su pierna derecha, y también pudo notar un vendaje en esta.

Pero... ¿Quien hizo todo eso? ¿Quien le curo las heridas?

Millones, y muchas más dudas de las que ya tenía llegaron a su mente, trató y trató de recordar que fue lo que pasó exactamente la noche anterior.

Gracias a su esfuerzo, logró recordar un corto recuerdo de lo que ocurrió la noche anterior:

-deku... Por qué te fuiste y me dejaste solo?... Te extrañe...

Esas palabras... Salieron de su boca... Pero... Por qué lo dijo? ¿ por qué me dijo eso a el tipo extraño que lo había cargado? ¿Por qué...?

De repente, la puerta de la habitación se abrió lentamente, y de ella, se asomo una silueta con el cabello verdoso.

-oh, hola! Veo que ya despertaste, ¿ cómo estan tus heridas? ¿Aún te duelen? Ayer las desinfectar y las vende para que no se sintiera tanto el dolor jeje... - dijo izuku entrando por la puerta con su característica sonrisa

Aquella sonrisa radiante, esos ojos Esmeralda, esas lindas pecas... Esa voz...

El corazón de el rubio comenzo a latir, tan rápido... Acelerado... Como si aquella persona de cabellos verdes fuera lo más hermoso y precioso que los ojos de el chico rubio haya visto...

-ehh... Estás bien? ¿Tienes hambre?- pregunto izuku un poco nervioso, pues la mirada carmesí que estaba clavada en el peli-verde lo puso nervioso.

El chico rubio no dijo nada, siguió en un transe admirando cada centímetro del rostro de izuku... Incluso contó las pecas que adornaban sus mejillas... Pero... ¿Que era este sentimiento? ¿Por qué el peli-cenizo se sintió tan feliz al ver a el chico de los ojos Esmeralda?

-Tocando Las Estrellas-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora