CAPÍTULO I

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Leonor 9 de octubre de 2023 

Ser princesa puede parecer precioso, como un cuento de hadas o una película Disney, aun así ahí estaba Leonor, futura Reina de España, Princesa de Asturias, Princesa de Girona y una larga lista de otros títulos, sentada en la cama de su habitación en la Academia General Militar de Zaragoza que compartía con más compañeras, pensando que ese no era su lugar. Normalmente, llevaba esos títulos con orgullo y felicidad, pero había otras veces que deseaba que el afortunado de llevarlos fuese otro, y que ella fuese una simple mortal, lo mismo que su madre fue hasta que se enamoró de su padre y más tarde se casaron, cosa que la convirtió en Princesa de Asturias, título que ahora Leonor ostentaba como heredera de la Corona y más tarde en Reina de España.

Hacía solo dos días que había hecho la jura de bandera, y mientras pensaba en eso, no pudo resistirse a pensar en lo que había dicho su padre, El Rey, el día antes que ella ingresara en la academia:

-Leonor, cariño, mañana una nueva etapa va a empezar para ti, al igual que para tu madre y para mí. -Dijo él con tristeza por estar por primera vez sing ninguna de sus hijas en casa en más de diecistiete años, pero a la vez con mucho orgullo.

- No te voy a mentir, no va a ser fácil, yo también he estado ahí, y sé cómo se siente ver cómo los primeros días, mucha gente se va, no pueden aguantar el duro entrenamiento y todo lo que eso significa, y no los juzgo- Leonor miraba a su padre, intentando imaginárselo.

El Rey continuó, -Es aún más difícil saber que tú no tienes esa opción, pero siempre que pienses en eso piensa en que lo haces por tu gente, por tu país. Déjate guiar por lo que los cadetes de segundo o más años digan.

-Lo intentaré - Respondió la Princesa, no muy segura de lo que decía.

-No todo es malo - Siguió Felipe - una vez pasada la Jura de bandera las cosas mejoran y harás recuerdos inolvidables.- Ella sabía que no mentía, ya que había conocido a compañeros del ejército de su padre y simpre le contaban historias.

Después de eso, los dos se fundieron en un abrazo.

Leonor en su cama, pensó que ojalá que así fuera, que su padre tuviese razón. Y con ese pensamiento finalmente se durmió.


Elisabeth 16 de octubre de 2023 

Hacía pocas horas que había llegado a su pequeño apartamento en la Universidad de Oxford, en Inglaterra. El día anterior había atendido en Copenhagen la celebración del dieciocho cumpleaños del Príncipe Christian de Dinamarca. Esa fué su primera vez atendiendo un compromiso en el extranjero ella sola, ya lo había hecho otras veces, pero siempre con alguno de sus padres los reyes, hasta una vez con su tía, la Princesa Astrid, pero nunca sola.

Mientras sacaba y guardaba la poca ropa que se había llevado, pensó en que estaba muy orgullosa de ella misma, y que unos años atrás no hubiese sido capaz. Recordó lo nerviosa e histérica que estaba ese día en el avión yendo hacía Kenya, donde por primera vez acompañaría a su madre en una misión de UNICEF. Las palabras de su madre ese día se le quedaron en la cabeza:

-Lis, tranquila - Dijo la Reina - no tienes porqué estar nerviosa, has dado discursos desde los cuatro años, has hecho un millón de actividades públicas desde que eres una bolita, ¿qué puede pasar? - Elisabeth, no lo sabía, era el hecho de que fuera gente de otro sitio, de otra manera de hacer, además de que había mucha más prensa internacional.

-Es que es fuera de Bélgica, no lo sé... la prensa va a ser más dura conmigo si hago algo mal. - Dijo ella preocupada.

Mathilde le dió un pequeño abrazo a su hija mayor - No te preocupes, de verdad, yo he hecho esto mil veces y no es diferente de lo que ya has hecho. Y qué más dá lo que digan, van a encontrar otra cosa de que hablar sobre nosotros de todos modos - a Elisabeth eso la tranquilizó, tenía razón, no era para tanto.

El teléfono sonó, y la sacó de sus pensamientos. Vió que tenía una videollamada entrante de su madre, así que se apresuró a responder. En la pantalla no apareció su madre si no que su hermana Eléonore:

-Holiiins - Dijo la adolecente de quince años contenta.

-Uy, hola Eléonore! No sabía que este móvil ahora era tuyo - Contestó Elisabeth en broma.

-Mamá me ha pedido que te llame para preguntarte si has llegado bien. No lo puede hacer ella, ya que hoy le ha dicho al chef que quiere hacer la cena - Contestó la hermana pequeña con una mueca, no muy segura de las habilidades culinarias de su madre.

-¡Buena suerte con eso! - Respondió la princesa riéndose.

-¡EHHHH, que te escucho! - Se escuchó a su madre de fondo, haciéndose la enfadada.

-Hola mamá, he llegado hace unas horas, ayer fué muy bien, nos divertimos mucho con Amalia - refiriéndose al hecho de que entró a la gala junto a la heredera neerlandesa - después me sentaron con Félix - Añadió Elisabeth, mientras su hermana pequeña enfocaba a su madre en la cocina.

-¿Como está Bella?- Preguntó con curiosidad la monarca, queriendo saber como estaba su ahijada, la Princesa Isabella de Dinamarca, a quien llamaba cariñosamente así.

-¡Muy bien! No tuve la oportunidad de hablar mucho con ella, pero parecía contenta. - Respondió Elisabeth.

-Bueno, os dejo que no quiero llegar tarde al entreno de remo. Un beso. - Dijo ella al darse cuenta de la hora que era.

Al salir por la puerta ya cambiada con la ropa de deporte, vió la foto que tenía colgada en la pared de hacía poco, en ella salía con toda su familia, en el día de su juramento como oficial, solo unas semanas atrás. El año en el servicio militar fué duro, pero todo tiene su recompensa.

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Y ella me entendióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora