Destino

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­­ Y por eso, esta máscara es muy importante, Jesús, guárdala, cuídala y respétala como el tesoro que es.

— ¡Así será, abuelo! —

Esa fue la última lección que le dio, su descendiente varón más joven tenía seis años cuando Don Cosme trascendió.

Jesús es un chico nacido en Oaxaca, México, específicamente en Santiago Llano Grande, ubicado en la región de Costa Chica. Cuando la colonización, los blancos llevaron esclavos negros del norte de África y cuando pudieron librarse de los colonizadores, se convirtieron en la población dominante, o sea, es AfroMexicano, negro, alto, fuerte, oaxaqueño. El chico nació con una particularidad, el color de sus ojos es café obscuro, pero cuando los toca la luz de la luna sin importar su fase, tienen el efecto de brillar, parecen adoptar el color del satélite. Es por esta razón que algunos habitantes de Santiago Llano Grande creen o aún más, afirman que ese niño "venía con poder".

Al cumplir los seis años de edad, su abuelo y padre comenzaron a enseñarle a zapatear, ambos ya tenían un lugar en la Danza de los Diablos, la tradicional danza de la región, utilizan un traje sastre que parece usado, zapatos y lo más importante, la máscara de diablo, la danza es poderosa y fuerte, Jesús estaba muy consciente de su importancia y herencia cultural, por eso creció poniendo todo su empeño y dedicación en aprenderla con respeto ya que desde su origen se le ofrenda a la deidad Ruja, a quién se le pedía que los liberara del látigo de los capataces españoles.

La familia y comunidad en general de Llano Grande esperaban que Jesús fuera el Diablo Mayor cuando tuviera más edad, pues nació el 2 de noviembre, Día de Muertos y, la Danza de los Diablos se baila en esa fecha. Se acercaba el cumpleaños del chico en cuestión, estaba por cumplir 20 años y se había decidido ya que sería Tenango, el líder, el que marca el ritmo.

Ya eran mediados de octubre, comenzaban los preparativos para el cumpleaños del joven, él estaba especialmente nervioso y ansioso, tenía un presentimiento algo extraño, sin embargo, no dijo nada pues sabía que era muy importante este día para todo Santiago Llano Grande y en realidad, no era sobre su cumpleaños ni equivocarse al zapatear, era otra cosa, algo... Algo.

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