X-Reconectando | Soft

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Un mujeriego. Así era la manera correcta de describirlo.

Un mujeriego de pelo verde que la volvía loca de amor. Por suerte para ella, resultó ser correspondido.

O eso pensaba.

Estaba ella, llorando en su dormitorio levemente alumbrado por una pequeña lámpara y sentada en el suelo junto a su cama, abrazando sus propias rodillas, mientas por sus mejillas caían lágrimas de amor, rabia y tristeza. ¿Cómo había llegado a este punto?

Por culpa de aquel peliverde que estaba haciendo estallar su teléfono con notificaciones pidiendo disculpas y que volviese.

Al parecer, habían quedado, nada anormal. Lo que si era anormal es que Genji se hubiese olvidado de que habían quedado y cuando Astrid entró por la puerta, se encontró a su novio follando a su mejor amiga en cuatro patas.

Se le rompió el corazón y salió corriendo de allí. Genji, cogió su móvil y empezó a rogarle, sin importarle que su amante se hubiese quedado sexualmente insatisfecha.

Pero no se le pudo haber partido más el corazón al haber abierto la puerta a un extraño y que este extraño le concediera el kimono de Genji. Había muerto a manos de Hanzo.

Sin más preámbulos, se apresuró por las calles de Hanamura, dándole igual si arrollaba a alguna persona. En cuanto llegó al castillo Shimada, saltó la alta seguridad que tenían, Genji le había enseñado a cómo hacerlo. Se infiltró en el castillo y fue directa a por hanzo, y con katana en mano, le intentó atacar, pero Hanzo la detuvo con una mirada melancólica.

Él se arrepentía de lo ya hecho.

Eso no impidió a Astrid provocar una gran pelea, pero terminó siendo expulsada de la gran mansión.

Ahora, cada vez que veía a Hanzo, da igual si era en una foto, un cuadro o en la calle. Su furia se desataba incontrolablemente y quería ir a matarlo, pero siempre había algo que se lo impedía. Siempre.

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¿Por qué aceptó el trabajo? Ni puta idea. Puede ser que porque no tuviese dinero o porque nadie la aceptaba en ningún otro lado debido a su historial de intento de homicidio múltiples veces. Obviamente, dirigidos hacia Hanzo, pero como Hanzo la comprendía se hizo cargo de que nunca acabase en prisión, sin importar cuantas veces ella le quiso matar.

Lo único malo del trabajo era el alto riesgo de morir y la mala reputación que tenía aquella organización.

Repentinamente, el coche se paró y rápidamente Astrid se bajó del taxi con sus maletas, solo llevaba lo más necesario. Tras bajar,, una mujer joven británica de buen cuerpo que tenía algo en el pecho parecido a un... Ni idea. A su lado, una mujer de unos sesenta años, piel canela y un ojo cubierto.

--¡Bienvenida, Astrid! -dijo la joven- ¡Mi nombre es Lena, Lena Oxton, espero que te la pases muy bien con nosotros, te enseñaremos toda la base!

La mujer mayor sonrío y nos acompañó, no hablaba mucho, pero seguía siendo muy amable.

--¡Ahora te vamos a mostrar a los integrantes! -apretó un botón en la pared y rápidamente todos se unieron en el comedor principal. Uno MUY grande.

-- ¿Qué ha pasado, Lennie? -preguntó otra chica joven, casi completamente vestida de rosa.

--¡Os tengo que presentar a la chica nueva, Hana! - contestó Lena

Todos suspiraron pesadamente.
No querían pasarse toda la tarde allí, pero tendrían que hacerlo.

--¡Mira, este es Jamison! Está un poco loco, pero muy agradable...

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Dos. Malditas. Horas.

Aparte de aguantarse las ganas que le tenía a Hanzo me encontraba cansada, pero por lo menos sólo faltaba una persona más, lo malo es que no la encontraban por ningún lado.

--¡Genji, sé respetuoso y preséntate! -la amable de Angela trajo a rastras a un hombre cibernético con visor verde.

Me quedé sentada hasta que se acercó lo suficiente y comenzó a presentarse.

--M-me llamo Genji...

--Oh, yo tenía una persona especial que también se llamaba Genji, pero... -se me atoraron las palabras en la garganta- Da igual...

Rápidamente, Genji se marchó y yo me quedé allí sin hacer nada. Poco después, fui a mi cuarto dentro de la sede de Overwatch y comencé a desempacar mis cosas. Sábanas, portátil, ropa, cepillo, almohadas...

Terminé y mi cuarto quedó como nuevo (quizás porque lo era), después ya era bastante tarde y tenía hambre, así que decidí caminar con mi pijama puesto hacia la cocina principal, pero antes de entrar, logré escuchar unas voces y escogí quedarme a un lado de la puerta para escuchar la conversación.

--No lo entiendes, hermano... -el hombre de antes suspiró pesadamente- Es muy complicado...

--Deberías decírselo, se enterará tarde o temprano y cuanto más tardes se enfadará mas. Aparte, si se entera, puede que deje de intentar asesinarme cada vez que vea un sólo pelo mío...

El cíborg se tomó unos largos segundos para finalmente responder-Está bien, lo haré...

Hanzo salió de la cocina y rápidamente me escondí en el baño más cercano que había para que no me viese rondando cerca. Cuando dejé de oír los pasos lejanos de Hanzo, me decidí a salir del baño, pero al abrir la puerta para salir me encontré de cara a cara, muy cerca del de visor verde. Ahí es cuando me di cuenta que me había metido a un baño de hombres...

--¿Astrid? ¿Qué haces aquí? -El cíborg se encontró confundido.

--E-Em... Estaba... Yendo al baño de chicas y... -Astrid tartamudeaba, sin saber cómo crear una buena excusa.

--Tenemos que hablar. -Respondió Genji antes de dejarla siquiera terminar- Te prepararé un chocolate caliente, tu favorito, si mal no recuerdo.

--¿C-cómo sabes eso...?

El de piel metálica se quitó la máscara y el visor. Revelando así, a su verdadero yo. Genji. Genji Shimada.
Astrid se encontró sorprendida, confundida, feliz y enfadada, todo al mismo tiempo.

Rápidamente le hizo una maniobra y lo tiró rápidamente al suelo par empezar a patear le, sin embargo ella se hizo más daño debido al duro metal grisáceo.

--¡Hijo de...! ¿¡Acaso sabes lo que he sufrido mientras estabas tú rascándose los putos huevos aquí!? ¡Manda cojones, yo aquí metiéndome con problemas mentales mientras tú estás aquí, viviendo feliz!

--¡Párate! ¡No eres la única! ¡Te he estado buscando todo este tiempo y jamás me perdonaré lo que te hice, pero solo sé que después de todo te sigo amando!

Astrid se quedó paralizada, dejó de patear lo, a lo que Genji respondió levantándose y acercando su cara a escasos milímetros de la suya.

--Haré lo que quieras por besarte una última vez aunque sea.

--Sólo hazlo.

Si esperar un segundo más, Genji cortó la poca distancia que quedaba y la besó amorosamente, y no la soltó hasta que se quedó sin aire.

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OS cortito para matar la inactividad.
OS quiero a todos, lo siento por no actualizar.

-Diario de la escritora-

Me conseguí novio (Fernan te amo), he estado aprendiendo a tocar la guitarra, he recolectado con una amiga y mis dos mejores amigos se fueron de mi vida sin dar explicaciones (Gabriel y Pau os odio y a la vez os amo). De hecho, en un párrafo dije lo que les querría decir a ellos. En fin. Intentando salir del bucle de la depresión pero no lo logro. Intentaré volver a levantarme.

Genji Shimada x Lectora | One Shots | OverwatchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora