VIII-Cicatrices | Soft

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Hacía no mucho que se había unido a Overwatch, aquella organización tan odiada y amada a la vez.
Se llevaba bien con casi todos, tenía una vida social perfecta, era inteligente y amable con todos.

Pero nada es gratis.

Y el precio de la "vida perfecta" que ella tenía es cargar con una depresión, juntada con ansiedad severa.
Cada pequeña cosa que le hacía sentir mal, fingía que no le importaba, pero cuando llegaba a su cuarto se rompía en llanto y se cortaba su muñeca izquierda con ya varias cicatrices.

Y, a la vez, había algo, mejor dicho, alguien, que movía su corazón.
Una persona capaz de hacer que Astrid piense en él cada noche antes de irse a dormir. Esa persona era un ciborg de veintinueve años, a quien nunca le había visto la cara, pero siempre supo que era hermoso, y aquella noche lo corroboró.

Lena había decidido preparar un pequeño juego que se ejecutaría esa tarde. Aquel juego consistía en que una persona aleatoria era elegida para dar una pequeña conferencia de un tema que le gustase mucho. El objetivo de este juego era que los agentes se conocieran mejor entre ellos.

Todos se juntaron en la sala principal y se sentaron en las sillas. Ángela salió al pequeño escenario y metió la mano en una caja. Sacó la mano con un papel en su palma y lo leyó en voz alta -¡Widowmaker!.

Amèlie salió al escenario mientras Ángela se retiraba. Tomó el micrófono y comenzó a hablar sobre las viudas negras. Dijo cómo nacían, las costumbres de ellas, su reproducción, la causa de muerte más común entre ellas y muchos datos curiosos sobre las viudas negras.
Le tomó aproximadamente diez minutos explicarlo y al terminar metió la mano en la misma caja y leyó en voz alta -Astrid.-

Amèlie volvió a su sitio y Astrid salió al escenario. Estaba con mucho pánico, pero intentó calmarse un poco y comenzó a hablar.

Nota de autora: aclaro que aquí voy a usar como tema favorito de la protagonista la mitología griega, pero como Astrid sería lo mismo que ____ o T/n, le pueden cambiar el tema a su tema favorito.

A-Amm... Bueno, todos aquí me conocéis, pero para recordarlo me llamo Astrid y mi tema favorito es la mitología griega. Este tema abarca muchos terrenos, pero aquí sólo hablaré de la aventura conocida como "La Iliada".
Todo comienza cuando los dioses Tetis  y Peleo deciden casarse, pero no  invitaron a Eris, personificación de la discordia...

...

Debido a eso, los griegos se vieron obligados a pedir ayuda a un gran arquero llamado-

Astrid fue interrumpida.

Niña, si te soy sincero, esto no me importa en lo más mínimo. Mejor cállate y vete a tu cuarto porque por tu boca sueltas pura basura inservible.

Hanzo siguió replicándole a Astrid por los próximos dos minutos mientras todos le miraban atónitos por su conducta y a Astrid se le ponían cada vez los ojos más llorosos.

Ella ya sabía que no debía hablar de sus gustos.

Y aún así lo hizo, porque pensaba que esta vez sería diferente.

Durante toda su vida ella tuvo que reprimir sus gustos y su voz, porque les molestaba a muchas personas, pero pensaba que esta vez sería diferente, pensaba que esta vez les iba a agradar a todos, pero se equivocó.

Antes de que Hanzo la pudiera rematar, recogió sus cosas y se fue por el mismo lugar donde había entrado, todo esto lo hizo intentando ocultar sus lágrimas, pero fue en vano, porque sabía lo que estaba pasando.

Genji Shimada x Lectora | One Shots | OverwatchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora