La sala vuelve a estar en silencio después de la partida de la entidad.El edificio tiembla esporádicamente, como si la batalla hubiera dejado cicatrices en su estructura. Esteban mira el libro con asombro y miedo, consciente de que no debe dejarlo caer en las manos equivocadas nuevamente.
Marcelo permanece junto a él, reconfortante y protector. La conexión entre Esteban y su gato se ha fortalecido a lo largo de esta odisea, y juntos se enfrentarán a cualquier desafío.
Esteban: (mirando a Marcelo con gratitud) Marcelo, nunca pensé que enfrentaríamos algo así. Pero estamos juntos en esto, y juntos encontraremos una forma de asegurarnos de que esta entidad maligna nunca vuelva. No sé qué más acecha en este edificio, pero estoy seguro de que no hemos visto lo último de la oscuridad. Tenemos que proteger este libro a toda costa.
El edificio sigue temblando, pero los susurros y las risas macabras no han cesado por completo. Doña Fulgencia y Ramiro no han desaparecido, no fueron vencidos por la fuerza del hechizo.
El edificio tiembla de nuevo, y esta vez es más intenso. Los susurros y las risas macabras parecen querer regresar, pero Esteban y Marcelo no se dejarán amedrentar. Están decididos a mantener a raya cualquier amenaza que se cruce en su camino.
Marcelo: (ronroneando)
Mientras se mantienen en guardia, Esteban sigue examinando el diario "Maleficarum-Grimoire". Las páginas llenas de hechizos y rituales oscuros revelan más secretos, incluyendo formas de protección contra entidades malignas como la que han enfrentado.
Esteban: (leyendo) Parece que este libro contiene mucho más que solo el hechizo de sellado. Hay conocimiento que podría ayudarnos a defendernos si algo más decide acechar en este edificio.
El gato Marcelo asiente con aprobación, su cola se agita con interés mientras Esteban continúa explorando el diario en busca de respuestas y soluciones.
De repente, escuchan un sonido procedente del pasillo. Alguien se acerca. La tensión se apodera de ellos, y Esteban aprieta el libro con más fuerza, listo para enfrentar cualquier nuevo desafío que se cruce en su camino. El sonido de pasos en el pasillo se acerca, y la tensión en la habitación se hace palpable. Esteban y Marcelo intercambian miradas de asombro,pero preparados para cualquier desafío que pueda presentarse.
La puerta de la habitación se abre lentamente, revelando una figura en la penumbra. La silueta se acerca, y finalmente, la luz amarillenta de una linterna revela a un hombre mayor con cabello blanco, un cigarro en la boca y una expresión despreocupada.
Es Don Aurelio, un vecino anciano del edificio que había sido amigo de Marcelo desde que llego al barrio.
Don Aurelio: (con voz ronca de tanto fumar) Esteban, Marcelo, escuché los ruidos y temblores. ¿Están bien? ¿Qué ha sucedido aquí?
Esteban: (respirando aliviado) Don Aurelio, Si, somos nosotros. Hemos tenido... un problema. Pero lo hemos resuelto, al menos por ahora.
Marcelo se acerca a Don Aurelio, frotando su cabeza contra la pierna del anciano como una muestra de cariño. Don Aurelio lo acaricia con ternura.
Don Aurelio: (mirando al libro y a Esteban) ¿Eso tiene algo que ver con los extraños sucesos en este edificio verdad? Hace años, hubo rumores de un antiguo mal que yacía dormido en estas paredes. Cuando yo era joven solíamos retarnos entre amigos para entrar aquí y encontrar un famoso"Diario".
Esteban asiente con solemnidad.
Esteban: (explicando) Sí, Don Aurelio, este libro contiene el conocimiento necesario para sellar la entidad maligna que se liberó. Hemos enfrentado una oscuridad que acechaba en el edificio.
Don Aurelio: (asintiendo con comprensión) Entonces, este es el "Maleficarum-Grimoire". He escuchado hablar de él como te comentaba, desde mucha antes de que nacieras o llegaras a esta colonia. Si bien fue la fuente de poder para sellar a la entidad, también es un libro muy peligroso en manos equivocadas.
Marcelo se acurruca junto a Esteban, consciente de la importancia de proteger el libro.
Esteban: (decidido) Sí, Don Aurelio, estamos conscientes de eso. Nuestra misión es asegurarnos de que no caiga en las manos equivocadas nuevamente.
Don Aurelio: (apoyando) Esteban, si necesitan ayuda para proteger ese libro y descubrir más sobre los secretos de este edificio, cuenten conmigo. He vivido aquí durante décadas y podría tener información valiosa.
Esteban y Marcelo agradecen sinceramente la oferta de Don Aurelio. Saben que contar con su experiencia y conocimiento sobre el edificio será fundamental para entender los secretos que han permanecido ocultos durante tanto tiempo.
Esteban: (con gratitud) Don Aurelio, su ayuda será de gran valor. Juntos podremos desentrañar los misterios que acechan en estas paredes. Pero debemos ser cautos, ya hemos enfrentado una entidad malévola, y no sabemos si hay más peligros ocultos.
Don Aurelio asiente, consciente de la importancia de mantener la precaución.
Don Aurelio: (serio) Entiendo, Esteban. Estamos tratando con fuerzas oscuras y desconocidas. Debemos ser cuidadosos en cada paso que demos. Tengo algunas antiguas historias y relatos de vecinos que podrían arrojar luz sobre la historia de este edificio.
Mientras Don Aurelio se dispone a contar algunas de las historias que ha escuchado a lo largo de los años, el edificio continúa temblando esporádicamente, como si las cicatrices dejadas por la entidad liberada aún no se hubieran curado por completo.
Marcelo, el gato, permanece alerta, sus ojos brillando en la penumbra. Sabe que su tarea de proteger a Esteban y el libro está lejos de haber terminado.
Esteban: (escuchando atentamente) Estas historias podrían ser cruciales para entender la oscuridad que acecha en este lugar. Cuéntenos todo lo que sepa, Don Aurelio.
Don Aurelio comienza a relatar las historias de los antiguos habitantes del edificio, hablando de rituales, desapariciones misteriosas y sucesos inexplicables que se remontan a generaciones atrás. A medida que escuchan, Esteban y Marcelo se dan cuenta de que el misterio que rodea al edificio es mucho más profundo de lo que jamás habrían imaginado.
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[Borrador - MARCELO - El Amo de las Tinieblas]
HorrorDesde la adopción de Marcelo, un gato pequeño de color Negro y ojos penetrantes, extraños sucesos comenzaron en la calle donde creían que ya nadie vivía.