Miguel y yo llevábamos mucho tiempo de ser amigos, desde la época de colegio, él se fue de la ciudad por temas de estudio, pero la amistad siempre estaba.
Después de como dos años de que se hubiera ido lo quise visitar pues donde se había ido, ya que literal pasaba unas horas por esa ciudad, el como siempre encantado conmigo dijo que nos viéramos y pasaba a conocer su casa, cabe aclarar que nunca había conocido a su familia.
Nos vimos en un centro comercial cerca a su casa, hablamos un rato fuimos a comer algo y luego a su casa, estaba prácticamente toda su familia, me presento a su madre, a su hermana mayor que estaba con el novio y a Sofía, unos 18 años recién cumplidos, 1,60 piel canela, cabello liso, casi llegando a media espalda, ojos oscuros, algo cachetona y unos labios carnosos increíbles, me sonrió mientras se levantó y me saludo con beso en la mejilla, al sentarse note también unos pechos dignos de rebotar, era una muchachita ya muy bien puesta la verdad.
La tarde trascurrió con tranquilidad, hablamos entre todos, pero no mucho más, luego de ello me dirigí hacia el terminal, me monté en el bus para dirigirme a mi ciudad, pero al revisar el celular vi como Sofía me había seguido por Instagram, yo le devolví también el seguir. Unos días después comenzamos a hablar por allí.
A trascurso de los días comenzamos a hablar, cada vez más y más pero no avanzaba mucho, cada vez la veía más atractiva había un no sé qué, que me parecía la verdad muy interesante y físicamente me encantaba, pero tenía novio y era algo que respetaba la verdad mucho, pero hablar con ella me encantaba más de lo normal.
Los meses pasaron y le dije que iba a ir donde ella vivía por tema de un trabajo, me iba a quedar aproximadamente una semana, pero esta vez no le avise a mi amigo, solo le avise a ella.
- Pero tienes que sacar tiempo y vernos, aunque sea un día
- Pero no conozco nada de allí, tienes que darme el tour
- Claro, y pasamos una buena tarde si puedes.
Eso tenía que decir me estaba emocionando.
Llegue a su ciudad la semana siguiente, me aloje en la casa de unos primos, mientras hablábamos con Sofía que íbamos a hacer el día siguiente ya que nos íbamos a ver en las horas de la tarde para almorzar y hacer algo más.
Al día siguiente nos vimos en un centro comercial, ella me saludo de beso en la mejilla y un abrazo muy bonito, de esos que se pegan mucho, tanto que sentí como sus tetas se pagaban en mi pecho, eran más grandes de lo que pensaba o así los sentí, ella me sonrió.
- Como estas, que tal el viaje
- Un poco aburrido el viaje, pero, bueno te puedo ver
- Si, ¿vamos a comer?
- Dale
Y fuimos a buscar que comer, la verdad con Sofía no tenía ninguna intención de nada, pero al hablar no dejaba de ver esos labios, la verdad quería probar que se sentiría besarla, eran tan carnosos que sentía que besaría genial.
Fuimos a comer y a ver algunas tiendas y notar que teníamos bastante en común, era increíble la comunicación, pero ella era muy tierna y se notaba feliz, a cada instante me daba picos en el cachete o me abrazaba, pero en un momento mientras veíamos unos libros y al yo girarme ella me alcanzo a dar un pico en los labios, nos apenamos un poco, pero minutos después mientras estábamos sentados hablando, nos comenzamos a besar, una y otra vez.
La tarde trascurrió, pero no hubo mucho más, pero quedamos de vernos otra vez, al día siguiente nos vimos, pero esta vez en un parque, los besos y la charla no faltaron, hasta se me olvido y estoy seguro que a ella también que pues tenía novio…
