~ Atenea Rinaldi ~
- Lía - Le doy unos pequeños golpecitos en su hombro para que despierte - Despierta.
- Otro día... - Comienza a balbucear cosas sin sentido.
- ¡Lía!
El grito hace que se despierte con un sobresalto.
- Ya estoy despierta.
Estrecho la mirada para observar su mentira por que claramente sigue con los ojos cerrados.
- No lo estas.
- Mmm...
- ¡Lía!
- Ya te oí... ya te oí, no es necesario gritar si estoy a tú lado.
Estoy apunto de responder cuando el taxista dice:
- Señoritas, llegamos a su destino.
No es tan complicado entenderlo ya que cuando era adolescente mis padres decidieron que tomaría clases para aprender ruso, así que durante estas vacaciones yo seré la encargada de hablar por las dos.
- Gracias.
Un fajín se acerca para abrir la puerta del taxi, Lia es la primera en bajar del taxi y la secundo yo, el taxista por otra parte se encarga de bajar nuestro equipaje del maletero. Después de que bajara todo me acerco a él para entregarle su pago por el servicio que nos ofreció.
- Aquí tiene su pago - Extiendo el dinero y él lo toma con una sonrisa amable en el rostro - Gracias por sus servicios.
- Fue un gusto señorita.
Después de esas palabras él se aleja volviendo al interior del automóvil. Comenzamos a caminar en dirección a la entrada del hotel. Decidimos hospedarnos en un hotel a un kilómetro de la plaza roja.
Entrando al vestíbulo nos acercamos a recepción, estando ahí una joven eleva la vista para poder observarnos y ofrecernos una sonrisa amable.
- Bienvenidas a Hotel Moscow Center, en que podemos ayudarlas.
- Buenos días, hace unas semanas realizamos una reservación de una suite presidencial.
- Por supuesto, si me permiten un momento.
- Claro.
La recepcionista comienza a escribir algo en una computadora que tiene a su lado para luego volver a elevar la vista.
- ¿A nombre de quién está la reservación?
- De Atenea Rinaldi.
Vuelve a escribir en la computadora, segundos después abre un cajón a su izquierda y extrae una tarjeta para luego extender la tarjeta en mi dirección
- Este es el número de la habitación que reservaron - Nos estrega una tarjeta en donde está escrito el número de la habitación, después de unos segundos se acerca un fajín con traje idéntico al de la recepcionista que nos está atendiendo - Él las guiará - Extiende otra tarjeta que el hombre recibe, con una ultima sonrisa dice: - Espero disfruten de su estancia señorita Atenea.
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Fruto prohibido [EN PROCESO]
Romance"Él se acerco a mí sin que yo lo notará y cuando me tuvo en sus garras decidí quedarme por que él fue la serpiente que me incitó a comer del fruto prohibido."