El vampiro del día y la dulce noche.

Flashback

—. No me puedes obligar acostarme contigo.— le grita al mayor.

—. ¡Yo puedo hacer contigo lo que se me dé la maldita gana!— le grita a la chica aún más fuerte

Narrador (a):
El mayor tira a la menor ala cama, mientras ella intentaba zafarse con muy poco éxito.

—. ¡YA DÉJAME!— sabia que no se libraría de esta ya que el mayor tiene más fuerza que ella.  

—. Te voy a demostrar que tus caprichos conmigo no van.—

El mayor comenzó a quitarle prenda por prenda a la menor hasta tenerla completamente desnuda. Y luego....

Fin del flashback

—. Elisabeth, haz visto a mi padre?—

—. No señorita claro de Luna.— dice con la cabeza agachada ya que Claro de Luna es su superior.

—. Y de casualidad sabes dónde está?— la señora vuelve a negar pero claro de Luna sabe que le está mintiendo—. Elisabeth DIME, dónde está mi padre?

—. Señorita ya le dije que no se—

Narra Claro de luna;
Ya me imaginaba que mi padre estaba con esa ramera, no podía creer que otra vez estaba engañando a mi madre. —. Muy bien te puedes retirar Elisabeth.

                               Por otro lado...

Narrador (a):
En esa habitación solo se escuchaban los gemidos de placer y el sonido de la cama, que rechinaba como si se fuera a desarmar.

Después de media hora ambos se vinieron y se abrazaron.

—. Cuando vas a dejar a tu esposa y por fin te casarás conmigo?—

—. Ya te eh dicho que no están fácil cómo piensas, recuerda que soy el rey y también están mis hijas de por medio—

—. Pero eso no dices cuando te estás viniendo.— dice la mujer enojada por la misma situación de siempre, se para y se viste.

—. Te enojaste? Sabes muy bien cómo son las cosas. Recuerda que tú decidiste estar conmigo con esa condición, así que ahora no te vengas quejando.— dice el hombre frustrado.

—. Si lo sé, y eso es lo que más me duele.— sale la chica llorando, por qué realmente amaba al rey quien ya tenía una familia.

El rey vio cómo la chica se retiró de la habitación y prendió un tabaco—. Inútil— dice con ironía—. Como si dejaría a mi esposa por ti.—

Rato después

—. Papá? Donde estabas?—

—. Qué pasa hija?— pregunta curioso.

—. Mamá, Ingrid y yo te estábamos esperando para desayunar juntos, pero por lo visto tú tenías cosas más importantes que hacer—

—.Hay mi amor— le da un beso en la mejilla—. No regañes a tu Padre, sabes que soy muy olvidadizo.— dice yéndose a la defensiva.

—. Mmm bueno, iré con Ingrid al bosque, podemos?—

—. Hija ya saben que tienen prohibido ir al bosque y menos solas, sin protección real.—

—. Pero padre..—

—. Claro de luna ya te dije, ni tú ni Ingrid van al bosque, lo sabes perfectamente y ese tema no se discute.— se va enojado.

Narra claro de Luna;
—. Por que será que papá no quiere que vallamos al bosque? No se, pero sea lo que sea lo averiguaré por mi cuenta.— salí desidia a ir al bosque, no sin antes avisarle a Ingrid.

Con Ingrid:

—. Hermana que te dijo papá de ir al bosque?— pregunto ansiosa.

—. Papá me dijo que si, si podemos ir al bosque.— le sonríe a su hermana menor, sabiendo que es mentira.

Narrador (a):

Las chicas salen des castillo alegres ya que nunca en su vida han ido al bosque, se dirigen por una vereda y mientras caminan admiran el bosque.

—. Wow hermana, de verdad no perdimos de esto por tantos años?— dice Ingrid asombrada.

—. Si, y todo gracias a papá.—

Narrador (a):  

Las chicas están de lo más normal haste que desenho escuchan un ruido en los arbustos.

—. Claro de Luna, que fue eso?—

—. Cre-creo que fue una ardilla tal vez.— dice igual o peor de aterrada que su hermana.

Narrador (a):

El arbusto que movía cada vez más, luego algo iba a salir de él y las chicas se tiraron al piso, pero al ver que era un conejo se echaron a reír.

—. Viste eso?— dice sin aguantar la risa.

—. Ay claro que luna, claro que lo vi. Y pensar que casi lloro del miedo.— dice entre carcajadas.

—. Bueno creo que es hora de irnos, empezarán a notar nuestra ausencia en el castillo.—

—si vamos—