Este mundo es horrible, es una basura, es una tortura, es todo lo que yo me imaginaba que sería el infierno. ¿CÓMO NO VAN A TENER A TAYLOR SWIFT PARA QUE ESCRIBA DE SUS VIDAS Y PUEDAN LLORAR MIENTRAS SE IDENTIFICAN CON SU MÚSICA? ¡Están malditos! ¿Cuál fue el mal que hicieron para que los privaran de ese privilegio?
¡Oh, Por Dios!
¡¿CUÁL FUE EL MAL QUE YO HICE PARA QUE ME PRIVEN DE ESE PRIVILEGIO TAMBIÉN?!
—Momento, necesito un momento — digo, tratando de no morir de incredulidad y pánico al saber que en este mundo no voy a poder disfrutar de escuchar a todo volumen mi música favorita y tendré que pasar las tardes haciendo de todo menos disfrutar la vida.
Ay, no. Siento que me falta el aire, esto es muy difícil para mí...
Ahogo un grito en lo más profundo de mi garganta por la barbarie que se atrevió a hacer mi hermana y miro al cielo en busca de un milagro que haga que, por lo menos, y si no quiere regresarme a donde pertenezco, traiga a Taylor conmigo y nos deje ser felices aquí. Cruzo los dedos y cierro los ojos para ello, por supuesto.
—¿Qué demonios estás hacien...
—Beomgyu, Kai. ¿Terminaron con el calentamiento? — el entrenador interrumpe a Beomgyu y a mis plegarias imaginarias, haciendo que mi cabeza vuelve de un tirón al frente y tenga que sacudirla para alejar mis pensamientos.
Miro a Beomgyu mirarme como si fuera la peor combinación de ropa que existe y le sonrío por un microsegundo para que deje de hacerlo. Yo sé que no pasará, pero imaginar no cuesta nada, ¿si? Yo le echo ganas a mi plan de hacernos mejores amigos y conseguirle a su novio más rápido.
—Estamos en... ¡oh! — me interrumpo solo al descifrar la mirada que Beomgyu me da. Quiere que me vaya, ¿verdad? ¡Claro! Si mi presencia es como si viera un pingüino que no deja de patearlo... le sonrió de nuevo y llevo una mano a mi frente con dramatismo — ¡Ay, ay! — me quejo para después aferrarme a la playera del pelinegro. Él comienza a empujarme fuera de él, pero no oh, yo me aferro más — quédate quieto que tú eres quien me dijo que me fuera — siseo para que deje de empujarme fuera de él y llevo mi atención al entrenador que nos mira como si estuviéramos locos «al igual que todos, verdad» —. Creo que me doblé el tobillo — miento muy mal, abultando mis labios y señalando mi tobillo en buen estado.
Beomgyu resopla al escucharme y verme actuar, pero me toma de la cintura para "darme soporte" y asiente a mis palabras como si hubiera sido testigo de cómo mi pie se doblaba terriblemente, aunque está luchando con la pena ajena que le doy y la poca credibilidad que tenemos en esta actuación.
—Creo que es mejor llevarlo a la enfer...
—Yo lo llevo.
La voz de Taehyun lo interrumpe y mi interior se llena de más pánico del que sintió al saber que no escucharé mi música favorita por un buen rato porque, o sea, es Taehyun, TAEHYUN, ¡el chico que me va a arrollar con su carrito que no es un carrito sino un carro lujoso y monstruoso! AAAH.
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Atrapado en un cliché
RomanceHuening Kai no sabe cómo, pero un día se despierta siendo el antagonista de la historia ficticia que su hermana menor escribió y se ve atrapado entre los dos personajes principales que están destinados a estar juntos cuando trata de salvar su vida e...