He llegado a la conclusión de que probablemente estoy en algún tipo de coma fatal y mi subconsciente es el que está haciendo que todo esto esté pasando. Creo que estoy siendo víctima de algún sueño lúcido que mi mente en coma ha creado para pasar el rato mientras reaccionamos y volvemos al mundo real.
Sí... he llegado a esa conclusión después de 5 minutos de estar aquí sentado en el piso de la habitación de terror y jugar con el borde de la playera de fútbol que Beomgyu me lanzó. Tengo que cambiarme, pero todo esto es tan absurdo que sigo esperando a que mi cerebro reaccione del coma y me saque de aquí. Tal vez, y con mucha fe, cerrando los ojos y quedándome dormido pueda volver al mundo real y contar esto como una experiencia cercana a la muerte.
Incluso tal vez pueda sacar un libro y titularlo como "10 minutos en los que estuve en coma y un fifas me dijo que me iba a llevar arrastrando al campo de fútbol".
Sería un libro corto, pero preciso. Un libro que atraiga a la gente con el inusual título y sinopsis y luego ¡boom! rompo sus corazones con el final al decir que nada de lo que narré pasó y el fifas sólo fue un invento del gobierno que me guió hacia la muerte porque me atraganté con un pandita en la noche y Diosito me dio la oportunidad de contarle una historia «al fifas» para decidir si me dejaba vivir o no y como no lo logré convencer con la historia me mandó para el otro lado. No obstante, como Diosito sabía que él es un amargado de lo peor, me escucho personalmente y luego me revivió milagrosamente.
Nombre, sería un éxito, sobrepasaría los 100 lectores de mi hermana y me haría millonario. Tendría el futuro asegurado y no tendría que volv...
—¿Ya te cambiaste? — Beomgyu interrumpe en la habitación y doy un pequeño salto en mi lugar con el estruendo de la puerta, pero me recupero rápido y me levanto a prisa para sacarme los pantalones y lanzárselos en la cara para que no me vea cambiarme — ¿qué mierda? — sisea llevando la mano a la pijama para quitársela, pero grito antes de que lo haga.
—¡No te lo quites, me estoy cambiando! — pido mientras trato de meter una pierna en el short.
—¡Te di más de 10 minutos para que lo hicieras! — acusa y quita la pijama de su cabeza. Me quejo en voz alta por su falta de respeto a mi cuerpo en calzones, pero él ni se inmuta y me mira irritado por seguir tardándome — ¡ni siquiera te pusiste correctamente la playera! — me regaña.
—¡Sí lo hice! — le miento bien descaradamente mientras él ve mi playera todavía encima de la pijama — ¡solo pasó un minuto desde que saliste del cuarto y quieres que ya esté listo! — digo para confundir su mente y que no me siga reclamando. Sin embargo, solo consigo que sus ojos me miren con más odio del que ya me tenía y me hago chiquito mientras me cambio todo incómodo por su mirada sin decir otra cosa.
Yo no sé cómo saldré de esto, pero cuando vuelva de mi coma fatal, mi hermana menor sufrirá, conocerá a mi furia interior y plañirá el día en el que decidió ponerme como uno de sus personajes ficticios mal hechos.
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Atrapado en un cliché
RomansaHuening Kai no sabe cómo, pero un día se despierta siendo el antagonista de la historia ficticia que su hermana menor escribió y se ve atrapado entre los dos personajes principales que están destinados a estar juntos cuando trata de salvar su vida e...