Donde Hyunjin quiere que Félix se encargue de satisfacer sus más bajos y oscuros deseos. Pero cuando llega el momento de compartirlo no puede permitirlo, no que te que nadie más toque lo que es suyo.
Porque todo de ese lindo omega es de su propiedad...
Félix sintió que su interior estaba caliente y todo su cuerpo temblaba con violencia mientras los brazos de Hyunjin lo rodeaban con fuerza en tanto su lengua seguía deslizándose por la mordida.
Era imposible que un alfa no hiciera eso después de morder a su omega. Sobre todo porque era una forma de marcar territorio.
El nudo bajo rápidamente y continuó con la próximas rondas de sexo,
Los gemidos, gritos de placer del menor y el chapoteo de sus cuerpos chocando una y otra vez era lo único que podía escucharse en toda la casa.
El olor a las feromonas sexual inundaba todo el alrededor. Aturdiendo a Félix al grado de ir perdiendo la conciencia poco a poco dejando se llevar por el alfa.
Se sentía tan diminuto en esos momentos que sólo podía abrazar el cuello del alfa para sentirse de alguna manera protegido.
—H-hyunjin...— sollozo mientras el nudo se extendía de nuevo en su interior.
Los labios del rubio volvieron a ponerse sobre los suyos embriagado su poca consciencia y dejó que Hyunjin lo atraerá hacia su pecho para dormirlo mientras le acariciaba la espalda y el cabello.
Envolviendo el pequeño y delicado cuerpo del omega en feromonas que le parecieron deliciosas a la par que la respiración de ambos comenzaba a tranquilizarse.
El olor a manzanas y chocolate logró dormir al alfa ya que el omega liberaba feromonas de forma inconsciente y lo tranquilizaba. Aunque antes de quedarse completamente dormido Hyunjin los cubrió con un acogedor edredón porque hacia un poco de frío debido a que era de madrugada.
Los pequeños brazos de Félix rodearon el torso de Hyunjin como si fuera un koala.
Eso le parecía demasiado tierno al mayor.
Ese precioso omega desbordada ternura y amor y todo era sólo para el.
—Eres hermoso...— susurro Hyunjin medio dormido.
Era tan hermoso y perfecto como un ángel.
Después de varias horas y casi medio día en la cama ambos se desperaron, sin embargo sólo se acomodadon mejor en la enorme cama intercambiando feromonas creando así un nido de donde no saldrían tan rápido porque se acababan de enlazar y necesitan estar solos y tranquilos.
Sin embargo esa tranquilidad duro muy poco cuando el sonido de disparos derpartaron al alfa pues estaban todos sus instintos en alerta ese día más que otros días. Sobre todo si era algo que podía poner en riesgo a su omega.
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